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jueves, 23 de abril de 2020

TEMA 3. LAS TRES LEYES DE NEWTON APLICADAS AL CABALLO. 1ª parte


JOSÉ MANUEL SALES: 30.03.20
Propongo el pensadero de esta semana.
Tengo previsto escribir sobre dos temas de geometría

1 lo que supone para nosotros la línea recta en las tres leyes de Newton aplicadas a nuestro quehacer diario. Poco que ver con el concepto que nos han incrustado de rectitud
Con la segunda, flexibilizamos y ganamos. Espero hacer virguerías con la segunda ley para que nos sirva. Aquí entra la rectitud
Y de la tercera, servirnos de los ángulos de la rienda (con cambios de tensión mínimos) para que el caballo nos entienda. Y nosotros entenderlo también.
Y la primera, la inercia, de es la más fácil

2 la importancia de la vertical
La nuca cómo referencia: cara delante/detrás de la vertical.
Patas en movimiento. Y también en estación
Nuestra espalda
La ación del estribo

Antes de empezar a desarrollar el primer tema, ponga un pensamiento, creo que esclarecedor, de Marey para entender mejor la aplicación de las leyes mecánicas. De las que nos podemos servir a caballo. Y que sí puedo decir que todo lo tengo contrastado con cientos de caballos. Sólo necesito que alguien me demuestre algo mejor para hacerme adicto año suyo.
MAREY dijo
"Las leyes que rigen la voluntad y el movimiento de los seres animados no tienen el carácter inmutable y fatal de los fenómenos mecánicos. El individuo caballo y el individuo jinete, momentáneamente asociados el uno al otro, pueden presentar en cualquier instante los estados físicos y mentales más variados, cuya combinación dará resultados tan complejos, que escapan a toda fórmula absoluta".
Y añado otra para aquellos que no la conozcáis, y que es muy importante saberla tod@s:
"La economía del esfuerzo, propia a todas las especies animales, parece alcanzar en el caballo su máxima perfección".
Y pongo también las definiciones de las leyes de Newton que me apunté de mi Catón
1a ley de Newton: todo cuerpo permanecerá en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo, a no ser que sea obligado por fuerzas externas a cambiar su estado
2a ley: el cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz externa y ocurre según a línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime
3a ley con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria; las acciones mutuas de dos cuerpos, siempre son iguales y dirigidas en sentido contrario (o sea, bien en línea recta).

Ahora, mi problema está en aclararos cómo servirnos de ellas para montar mejor y con más conocimiento de causa de lo que hacemos. Así pensar que nos sirve para todos.
Ya habéis visto que en todas el denominador común es la rectitud.

Primera ley de Newton: sobre la inercia. La vivimos a diario un montón de veces en el coche. Y luego, otro tanto a caballo.
Cómo nos han resuelto los fabricantes el problema en el coche? El primer problema, lógicamente, el del conductor.
Hace 50 años, tanto el asiento como el correspondiente respaldo, era el mismo de lado a lado.  Y sin cinturón de seguridad. Claro, en un giro te ibas de lado y en un frenazo adelante. Entonces, aunque no como ahora, ya había bastante inercia.
¿Cómo lo han resuelto? Haciendo los asientos anatómicos y poniendo cinturones de seguridad. De esta manera, nos inmovilizamos y la inercia claro que la sentimos pero no nos afecta lo que antes. O sea, nos convierten en mochilas inteligentes.
Pues a caballo, lo mismo. Inamovibles: por bien del caballo y nuestro.
¿Y cuál es esa fijeza a la mochila? Aductores. O muslos pegados con los pies debajo del culo y la espalda nunca detrás de la vertical. Es nuestro cinturón de seguridad a caballo, sobre todo en situaciones diarias de riesgo: incluso al paso cuando un caballo de tanda, o de paseo, se asusta.
Con las monturas de doma, al encajar el cuerpo, nos afecta un poco menos la inercia. Pero sigue afectando. Porque el caballo no sigue en línea recta y nuestro cuerpo sí. Luego, si no voy equilibrado y bien apretado, al irse el cuerpo en línea recta, nos encontramos en el suelo en lugar de seguir a caballo.


Yo creo que en este dibujo de Lalo queda clara la diferencia entre agarrarse con los aductores o con las pantorrillas.

PAULA OHLIN: Que sea el muslo y no la rodilla
JOSÉ MANUEL SALES: Para la fijeza en el salto, mecánicamente el muslo es lo que fija a la montura. Es el mismo problema de ir de pie en el metro, por ejemplo. Buscamos el punto de sujeción más alto posible. A caballo, aductores.
 En el metro, la mano. Y si las tenemos ambas ocupadas, apoyamos la cadera

VICTOR FERNÁNDEZ: Centrémonos. La inercia y los abductores: el principal problema para un novato adulto es, primero, que entienda por que debe llevar un asiento correcto (creo que esta etapa, gracias al Profesor y otros es superable) y la segunda fase, que sea capaz, físicamente, de realizarlo. El número de horas necesario para conseguir ese resultado es elevado, raramente un adulto amateur puede juntar tantas horas. Requiere, además, una forma física potente. Esos dos factores nos llevan al fracaso en la mejora del asiento a los novatos adultos. Pero bueno, conocer el camino es la mitad de llegar al destino.

LUIS: Cura sobre la 1 ley que establece que un cuerpo en reposo o a una velocidad de movimiento constante si no hay una fuerza que intervenga sobre él permanecerá en reposo a velocidad constante
Podemos entender que sobre el caballo el jinete/amazona debe mantenerse en equilibrio acompañando el propio movimiento del caballo

JOSÉ MANUEL SALES: Totalmente. Como hacemos en cualquier vehículo, llámese coche, esquí o patines.

JOSÉ JULIÁN CABALLERO: Aportación a la primera ley de Newton en Ocurrencias Hípicas.-
 “INAMOVIBLE”
Me he decidido a escribir en este prestigioso foro, después de recibir una cariñosa e inmerecida visita de su protagonista. No con ánimo de dármelas de entendido, sino para compartir con vosotros sino todo, parte del provecho que he sacado de la misma.
De todo lo que he sacado en claro de la lección de José Manuel, que no han sido muchas cosas pero sí fundamentales, me quiero quedar con dos conceptos:
Uno es el EQUILIBRIO, del cual no voy a hablar por ser cuestión tan manida.
El otro es una palabra que me suena y resuena en la cabeza como si él me la dijera cada vez que estoy montando, principalmente cuando voy hacia el salto o pido una transición:
-“¡Tú, INAMOVIBLE!”
He reflexionado mucho sobre la palabreja, pues nunca antes la habían utilizado conmigo (y mira que yo me muevo en el caballo). Siempre me habían aconsejado:
-“¡No te muevas!”
Que, como dicen en mi tierra, “es igual, pero no es lo mismo”. Para mí era un poco un sinsentido pues, es evidente que, por el mero hecho de ir a caballo, uno va en movimiento.
Pero, de la otra manera, he captado perfectamente el mensaje y, para explicároslo, lo primero que he hecho es irme al diccionario, en el que he encontrado la definición:
adj. Fijo, que no es movible.”
Lo primero que hay que resaltar es la condición de adjetivo: es decir, es una característica, una actitud que debemos tener.
Evidentemente, la definición es la que todos sabíamos, no movible (que no inmóvil)
Por otra parte, es un término también muy utilizado en ámbitos militares en alguna contienda, o en cualquier discusión o disputa, cuando se quiere hacer referencia a no dejarnos comer el terreno. No sólo físicamente, sino en nuestros principios o convicciones:
- “mantenernos inamovibles”
Esto no quiere decir actuar, o agredir de ninguna forma, sino más bien al contario:
Ejercer una resistencia pasiva.
En el proceso de la equitación, llega un momento en el que, el mantenernos firmes, hace que el caballo se acostumbre a acoplarse a lo que se encuentra. Es decir, le transmitimos a él el impulso del movimiento.
En este sentido, buscando la palabra opuesta, “MOVIBLE”:
1. adj. Que por sí puede moverse, o es capaz de recibir movimiento por ajeno impulso.
2. adj. Variable, voluble.
La primera acepción nos indica que, el mantenernos inamovibles nos obliga a no movernos (o lo menos posible) al recibir el impulso del caballo. Por el contrario, es el caballo el que se debe tornar movible al recibir el nuestro (la orden o ayuda).
Mientras que la segunda:
a) Variable:
1. adj. Que varía o puede variar.
Aplicándolo a la hípica, me sugiere que el hombre se hace variable cuando se mueve.
Y también se hace:
b) Voluble:
2. adj. Que fácilmente se puede volver alrededor.
Es decir, nuestra voluntad y determinación se ven mermadas frente a la del caballo.
Pero, si permanecemos inamovibles, conseguiremos lo contrario de nuestro animal, es decir lo haremos a la vez variable y voluble.
¿No os recuerda esto a la expresión que utilizaban nuestros mayores cuando, para referirse a una pirueta vaquera, hablaban de “volverse sobre las piernas” o “revolverse”?
En este movimiento de máxima reunión, debemos permanecer muy quietos (inamovibles) y es el caballo el que sí debe moverse al recibir nuestro impulso.
Pero, ahondando aún más en la cuestión y preguntándole al oráculo (wikipedia), nos encontramos con la famosa:
Paradoja de la fuerza irresistible: Sabiendo que un cuerpo inamovible es un cuerpo al que ninguna fuerza, por fuerte que sea, es capaz de mover, y teniendo en cuenta que una fuerza irresistible es una fuerza a la que ningún cuerpo puede resistirse: ¿Qué sucede cuando un cuerpo inamovible se encuentra con una fuerza irresistible?. Esta paradoja fue propuesta por Isaac Asimov en su libro "100 preguntas básicas sobre la ciencia". La respuesta que el propio Asimov daba era que estos dos fenómenos no pueden darse a la vez en un mismo universo, a pesar de que él mismo cuestionaba la validez de su hipótesis, ya que este hecho no era demostrable, puesto que no se conoce ninguna fuerza irresistible o cuerpo inamovible, y por tanto no han podido observarse los efectos de estos hipotéticos fenómenos.

Nosotros, los hípicos (y los caballos) sí tenemos la respuesta y la encontramos cuando, en tan contadas ocasiones, nuestras fuerzas se unen y formamos ese todo entre el caballo y jinete que nos hace sentir centauros o seres pertenecientes a otro planeta.

Paz y espero que le sirva a alguien



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