martes, 9 de marzo de 2010

ACERCA DEL PASO (I)

Tenía previsto empezar por lo que dicen clásicos y modernos sobre el paso, Pero he cambiado de opinión y os cuento mi experiencia sobre el mismo. Al fin y al cabo, es lo que he leído y luego experimentado con miles de caballos. Es una de las múltiples ventajas de ser viejo (de edad que no de ilusiones).

El hombre (y también el caballo) necesita lentitud para aprender. Todos conocemos los dichos “vísteme despacio que tengo prisa” y “sin prisas pero sin pausas”. Y seguro que hay más

Hace falta un tiempo para observar, reflexionar y estudiar. Y hace falta un tiempo para hacer.

El aire que cumple con todos estos requisitos –y más- es el paso.

Es un aire lento, en el que el caballo está siempre tocando el suelo, sin tiempo de suspensión. Su equilibrio es mucho más estable que en los otros aires, sin ninguna sacudida, lo que hace que en cada instante nos dé una mayor sensación de estabilidad y seguridad que nos permite en todo instante ser conscientes y dueños de nuestros gestos

El paso equivale al gimnasio de los deportistas modernos. La estabilidad y la lentitud hacen que todos los gestos se aproximen a la perfección, desarrollando cada músculo o grupo muscular en el sentido deseado para obtener el gesto confortable –máxima eficacia con el mínimo esfuerzo- propio de la disciplina hípica que se practique. Además de la posibilidad de repetición, totalmente necesaria para cualquier aprendizaje. También procura la facilidad de concentrarse al j/a y captar la atención del caballo

Para los que montamos a caballo, hay otra ventaja añadida: desarrollamos los músculos posturales del caballo, los cuales están muy poco involucrados en el trote y galope, incluso en el paso con riendas largas. Pero que no siempre es verdad: creemos dejar las riendas largas cuando realmente nos quedamos a mitad de camino. Esta musculatura profunda o postural, en el caballo es muy importante debido a su falta de clavícula. Con ésta, le resultaría facilísimo al caballo aguantar nuestro peso. Su ausencia nos obliga a que sean los músculos de la espalda y de la base del cuello los que hagan que nos lleve y que se lleve bien.

El tiempo lento del paso, nos permite conocer y analizar los movimientos del caballo para llegar a acompasarlos y, seguidamente, transformarlos.

El tiempo lento del paso, nos permite conocernos como j/a, y enterarnos realmente de la utilización de nuestros gestos (“las ayudas”), de nuestro equilibrio y del acompasar al caballo. Parafraseando a San Agustín: “conocerme a mí, conocerle a él”.

Hace más de un siglo, el general L´Hotte puso en boca de D´Auvergne la siguiente frase:

“Es fácil de comprobar que las faltas del caballo proceden casi siempre de la inexperiencia del jinete, por lo que las lecciones deben caer sobre é y no sobre el caballo. La certeza de lo dicho está fundada en la experiencia del más hábil “hombre de caballos” que existe hoy, M de Lubersac, quien ha llevado el arte de la Equitación más lejos que nadie”.

Creo que “hombre de caballos”, en castellano podríamos llamarle “caballista” si pensamos en la definición del mismo de la RAE de la Lengua: “Persona que entiende de caballos y, además, monta bien”. Estoy seguro de que no soy el único aspirante a caballista.

Como de costumbre, los comentarios de mis queridos Marcos y Eduardo, acertados y de agradecer. En breve, seguiré con la segunda parte. Mientras tanto, espero vuestros comentarios

3 comentarios:

  1. Tenia curiosidad, ya que se nombra en el artículo, por conocer de M. de Lubersac; ahora se que fue discipulo de M. de Salver y que un discipulo suyo, a su vez, demostro la necesidad de aunar -acompasar como dice el artículo denota más libertad- los centros de gravedad de jinete y caballo en busca del deseado equilibrio y consecuente ligereza.

    He encontrado alguna referencia a él en un antigüo libro: "principios para montar e instruir caballos de guerra"

    transcribo literalmente un párrafo: "I. El famoso M. de Lubersac no se servia sino del paso para enseñar a sus caballos, y los tomaba por su cuenta, asi que estaban, como se dice, "desbravados", los montaba
    por espacio de diez y ocho meses o de dos años, siempre al paso; y quando al cabo de este tiempo los hacia montar a sus más adelantados discipulos, se hallaban aturdidos de encontrar en estos caballos el pasage más cadencioso y el galope más armonioso y mas arreglado".

    tambien transcribo lo que decia sobre la literatura Nuno Oliveira -un genio a caballo- en su libro "reflexiones sobre el arte ecuestre":

    "es necesario montar frecuentemente, no permitiendo que los libros se cubran de polvo en las estanterias"

    Un saludo

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  2. UN TRABAJO QUE ME VENIA A MI MUY BIEN , PARA CONSEGUIR UN BUEN PASO, Y VER LOS PROBLEMAS QUE PODRIA TENER DESPUES AL AIRE DEL GALOPE SALTANDO , ERA PASAR SECUENCIAS DE CAVALLETIS AL PASO, Y NO AL TROTE COMO MUCHA GENTE HACE,LOS CAVALLETIS ESTABAN ELAVADOS UNOS 15 CM DEL SUELO, EN SERIES DE 3 HASTA 8 SEGUIDOS.
    ES MUY DIFICIL PASARLOS CORRECTAMENTE , HAY QUE HACERLO LENTO, Y ANALIZANDO TODOS LOS MOVIMIENTOS DEL CABALLO , CONSIGUIENDO QUE EL CABALLO PASE REDONDO Y CADENCIADO Y EMPLEANDO TODAS LAS ARTICULACIONES DE SU CUERPO DE FORMA RELAJADA. CUANDO ESTO TE SALGA BIEN , EL CABALLO SALTARA MUCHO MEJOR!!!!

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  3. Buenos días, no tiene nada que ver pero necesito conocer tu dirección e-mail para poder finalizar tu registro en la web www.allege-ideal.com (que tiene muy buena pinta, la verdad). Me la puedes mandar por e-mail a sophie.mercier@lcs-valencia.eu así como una clave de acceso. Gracias.

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