jueves, 29 de septiembre de 2011

NOTAS SOBRE LA ENSEÑANZA DE NUNO OLIVERA Jeanne Boisseau

EQUITACIÓN:

DOMA, TACTO

El drama de la equitación es que, a pesar de todo el saber de los jinetes, el caballo tiene reflejos más rápidos que el hombre.

A caballo no hay que dejar de observar.

La equitación no es una ciencia exacta. Hay que SENTIR y no tener un SISTEMA en la cabeza.

No hay trucos en equitación. Hay simplemente jinetes que tienen más o menos tacto ecuestre y los otros.

Hay dos cosas en equitación: la técnica y el alma.

La equitación está hecha de una cantidad de pequeños detalles que deben ser respetados.

La equitación no es la búsqueda de éxitos en público y la autosatisfacción después de algunos aplausos. Es el diálogo “tete a tete” con el caballo, es la búsqueda del entendimiento y de la perfección.

En equitación, no puede haber verdadero método, cada caballo es un caso.

La doma no consiste en ejecutar aires difíciles, sino hacer al caballo más dócil, más flexible y darle un mejor equilibrio.

La doma, es el perfeccionamiento de los tres aires naturales del caballo. El arte ecuestre es la poesía de todo esto.

Un caballo domado es un caballo elástico, agradable de montar, feliz, y no un caballo que hace gesticulaciones.

La técnica puede llevar a un cierto nivel. Pero por encima de ello, hace falta la adhesión psicológica del caballo.

El Arte Ecuestre está hecho de una infinita cantidad de pequeños detalles y del sentimiento del jinete.

El Arte Ecuestre comienza por la perfección de las cosas simples.

El Arte Ecuestre, es para el jinete, el arte de permanecer tran­quilo y de mantener, a su caballo derecho.

Abandona un poco la técnica y monta con tú corazón. Hay que sentir y llegar hasta la emoción.

El tacto ecuestre, no es solamente la delicadeza de las ayudas, sino también el sentido para elegir las ayudas a emplear. Y esto es la firmeza en la acción de conjunto.

Actúa de manera que el caballo acepte voluntariamente el tra­bajo y que no se sienta molesto.

No empleéis jamás la fuerza, salvo cuando rehúse ir adelante.

Busca la pureza de los tres aires. El resto vendrá con facili­dad.

No hay que permitir que sea el caballo el que mande, pero hay que conseguirlo sin lucha; entonces permanece conciliador para evitar la lucha.

Toma el hábito de acariciar cuando el caballo se ha entregado.

Cuando un caballo se enerva al pedirle un ejercicio nuevo, hay que calmarle en el ejercicio, si no se enervará cada vez que se le exija algo más o nuevo.

Si tú caballo se excita, no te enfades. Acarícialo con la voz.

Cuando un caballo tiene tendencia a excitarse, hay que abordar los ejercicios con tal diplomacia que no se dé cuenta de que va a hacerlo.

No juegues todo el tiempo al patrón. La dificultad está en sen­tir cual es la dosis de intervención a emplear.

No exijas siempre que el caballo dé el máximo. Aprende a esperar a que sea capaz.

Si un caballo joven hace bien un trabajo simple, aprecia su buena voluntad. Si un caballo viejo vence sus rigideces para complacerte aprécialo también.

Si estás únicamente interesado por los puntos, si éste es tú único criterio de contento o de decepción, mi equitación no te interesa.

lunes, 26 de septiembre de 2011

ACERCA DEL CAMPEONATO DE EUROPA

El sábado por la mañana, durante el pasado Campeonato de Europa celebrado en Madrid, estuve comentando con tres alumnos míos lo que más nos había impresionado del mismo a cada uno. Como fueron tres y los encuentros sucesivos, al final les planteé a cada uno un par de cuestiones para que reflexionaran sobre ellas. Denominadores comunes entre ellos: jóvenes, profesionales (y futura profesional), apasionados e ilusionados, y aprendices-esponja.

Estaba yo en el concurso del SEK, y el primero en acercarse fue Alfonso. Estuvimos hablando largo y tendido. Al final, y buscando una aplicación práctica de la conversación, le pregunté: “¿Cuántas veces has soñado en correr una Copa de Naciones?” Contestación rápida: ”muchas”. Y le vuelvo a preguntar: “¿Y por qué no empiezas a prepararte para cuando te llegue el caballo soñado -que al principio seguro que no lo será-, estar tú en disposición de poder correr una Copa de Naciones? Si estás dispuesto a ello, empieza desde hoy a prepararte para alcanzar el objetivo dentro de unos años.” Le puse fecha para ese objetivo: cinco años.

La siguiente pregunta fue consecuencia de un comentario que me había hecho él previamente, acerca del salto de calidad que veíamos en los cracks de todos conocidos -y en los que todos coincidimos-, respecto del común de los mortales caballistas. Mi pregunta fue: “¿Y por qué no te esfuerzas en tu trabajo cotidiano a dar ese “salto de calidad diario”, pequeño pero constante que, cuando quieras darte cuenta, habrá formado parte de ti? Y no sólo eso, sino que también se lo enseñaremos a los caballos”.

Yo creo que el problema del trabajo cotidiano con los caballos está en lo que nos advierte Juan Ramón Jiménez en un verso que repito a menudo: “Qué difícil es juntar el tiempo de frutecer con el tiempo de sembrar”. Incluso hay gente muy trabajadora, pero poco dada a sembrar. Porque sembrar es muy duro. Y se prefiere el aprendizaje rutinario –a cuenta gotas- al que conlleva el CAMBIAR nuestro comportamiento, porque éste siempre comporta riesgos. Es más fácil almacenar conocimientos que fabricar nuestra Equitación. La humanidad ha sido más dada a recolectar que a sembrar .

Posteriormente estuve hablando, primero con Luis y luego con Lucía, del tema del día, acabando con mis reflexiones, también del día. Y con Manolo, a pesar de tener más inquietudes e ilusión que un chaval, no nos quedó más remedio que dejar la conversación a medias. Pero esta semana espero rematarla: la conversación que dejamos a medias y, sobre todo, la reflexión. A pesar de su medio siglo de existencia.

Esto es lo mejor que me ha aportado el Campeonato de Europa: el reto a mis alumnos.

Siempre procuro tener bien presente una frase que leí hace años en una revista americana de caballos, y que luego me enteré que es de un tal Zig Ziglar (aportación de Wikipedia). La utilizo a menudo en mis clases. Dice así:

“La actitud, y no la aptitud, nos lleva a la altitud”

Paz y espero que os sirva a alguien

lunes, 12 de septiembre de 2011

JORNADA DE VETERINARIOS

El pasado 9 de mayo dediqué una jornada a un grupo de veterinarios de caballos, todos ellos conocidos míos desde su época de estudiantes.

Primeramente les expuse lo que, desde mi punto de vista –mi quehacer cotidiano-, era el objetivo común de ellos y mío: el bienestar del caballo. En mi caso, buscar el gesto confortable del caballo en todo momento. Inevitable el echar mano de la historia. También en el tema del caballo nos aclara muchísimas cosas

El guión de la charla es lo que viene a continuación, y espero que os ayude a reflexionar a alguien

Observar, estudiar y montar toda clase de caballos. Nos muestra, nos demuestra, pero tambien nos oculta (para su desgracia)

Problema histórico: Desde su domesticación, ni enganchado -primero-, ni montado -después-, el hombre ha pensado en el Gesto Confortable del caballo. En cambio, es la única especie que sobrevive gracias al hombre. Muchos mamíferos domesticables; poquísimos domesticados

.En los perros, las distintas razas están cada vez mas definidas. En los caballos, cada vez más indefinidas (KÖrum de Holstein)

MAREY. La economía del esfuerzo, propia a todas las especies animales, parece alcanzar en el caballo su máxima perfección.
BUFFON: Nunca ha hecho el Hombre conquista más noble que la de este fiero y fogoso animal, que parte con él las fatigas de la guerra y la palma de los combates
DESMOND MORRIS: >Si el perro es el mejor amigo del hombre, del caballo podría decirse que es su mejor esclavo
LENOBLE DU TEILL: El hombre no actúa por el bien del caballo, sino buscando una mayor facilidad de manejo y para su comodidad
BAUCHER: confiar al caballo para que acabe siendo nuestro sumiso esclavo, creyendo conservar una independencia absoluta

TOPSEL: El caballo posee un cuerpo singular y un espíritu noble cuyo rasgo principal es su abnegación por servir al hombre. HERNAN CORTES: No teníamos, después de Dios, más ayuda que la de los caballos.

DOMINIQUE OLIVIER: Si el hombre, en relación con el caballo, razonara más en términos de colaboración que de sumisión, desarrollaría una cultura que se situaría por encima de la simple satisfacción de ser obedecido por un animal

HERDER: la característica que nos hace mas humanos es la imperfección biológica. (Muchas imperfecciones las suple con el caballo)
ARISTÓTELES: El hombre se compone de lo que tiene y de lo que le falta. (Muchas "posibilidades" se las aporta el caballo)
D`ORGEIX: La presencia del caballo en este deporte, permite verse al jinete tal como él desea y no tal como realmente es.
Gracias al caballo, el hombre es más fuerte, es más rápido y va más lejos

La mente del caballo es tan simple que no le podemos equivocar. Similar a la de un niño que no ha alcanzado el uso de razón: sin sentido del futuro.

Su memoria, al contrario que la nuestra –acomodaticia-, es inalterable mientras no se le reeduque, siguiendo un proceso de desensibilización previamente, para luego educarle en lo que nos interese.

Su motivación son las emociones de cada momento: "energía emocional". El caballo es muy emotivo, y el músculo es el órgano parlante de todo estado emocional. : J. M. DENOIX: "el dorso del caballo, filtro emocional" y "no hay dorso sin abdominales"
No es reflexivo --no tiene palabras-- pero sí reactivo: un tercio más rápido que nosotros

La posición, siempre, precede a la acción. “Colócale, y déjale hacer” (BAUCHER)

Su instinto más atávico y del cual nos servimos, la huída. El caballo siempre quiere ir adelante. La impulsión no es más que la educación de la huída

Su espíritu, siempre colaborador. Creo que es la mayor virtud del caballo. Sigue colaborando a pesar de los instrumentos de tortura que se han utilizado --y se siguen utilizando-- con él. Asnos y onagros, se domesticaron antes que él. El caballo, entonces, era un poni "A" raquítico --estaba en proceso de extinción--. y debió desbancar a sus primos hermanos por el espíritu de colaboración.

Posiblemente sea la montura el único atalaje con el que el hombre le ha respetado a lo largo de los siglos. (Lo atestiguan la montura tártara y nuestra vaquera antigua --de hace medio siglo)

Al contrario que los demás animales, las señales que nos envía el caballo para manifestar su desacuerdo con nosotros, son táctiles: resistiendo con la mandíbula a nuestra mano; o quedándose detrás de ella. Pero no nos envía señales visuales ni acústicas como los demás animales. Sólo se dirige a la persona que le monta

Los errores cometidos con una máquina, se pagan inmediatamente. El caballo pasa factura cuando se harta. Y mientras tanto, ni nos enteramos de lo que hacemos mal

3+1 articulaciones: mandíbula, nuca, base del cuello (cérvico-torácica) + riñones (lumbo-sacra): son las principales articulaciones sobre las que se actúa a caballo. El estado de relajación o tensión de la mandíbula, repercute en todo el cuerpo. (Antiguo brindis de los toreros). La nuca es la articulación más visible pero no la más importante. La gran desconocida --más bien, ignorada-- a lo largo de los siglos, la cérvico-torácica.

El caballo, el único mamífero que tiene la misma sinergia cuello-riñones que el hombre. (Delfines y ballenas, los que más se parecen). Una de las características fundamentales para poder ser montado.


FUNDAMENTOS DE LA EQUITACION
.-En el caballo hay mas cosas importantes que no se ven, que las que se ven
.-El caballo no es una máquina: tarda mucho en pasar factura. En cambio, las máquinas, ante los errores graves, pasan factura inmediatamente
.-Primer objetivo cuando nos montamos a caballo: por el mero hecho de montarnos que, física y síquicamente, nos lleve y se lleve bien. Denominador común en todas las disciplinas hípicas: lo que tengan que hacer, con un jinete encima. (Las carreras de perros, estos en libertad. Y las carreras de camellos, con un robot encima)
.-Todo trabajo gimnástico comienza por estiramiento; lo normal, comenzar por el cuello. El caballo, único atleta que --para su desgracia-- a menudo empieza por "encogimientos". Inevitable por culpa de la mano del j/a.
.-Somos una mochila para el caballo: respeto a las tres leyes mecánicas que rigen la relación entre una masa transportada (la persona) y una masa transportadora (el caballo)
.-El balancín cuello-cabeza es el segmento más deformable del cuerpo del caballo . Las vértebras cervicales forman una "S". El caballo es el único mamífero que puede estirar el cuello.( El camello, puede enderezarlo, pero no lo estira). Y también es el segmento equilibrador. Por eso se le llama balancín. (En los grandes felinos se nota más que el segmento equilibrador es la cola). Además es la parte del cuerpo situada entre la mano del jinete y la boca del caballo. O sea, la parte sobre la que actuamos directamente con las riendas. Predisposición instintiva a encoger el cuello del caballo.
.-Cintura escapular. También parte deformable del caballo al ser montado, por falta de clavícula. Su inserción con la base del cuello --punto capital, la articulación cérvico-torácica--, la gran ignorada en la historia del caballo domesticado (tiro de las cuádrigas y embocaduras de la época greco-romana). Incluso hoy en día cuesta tomar conciencia de ella: sólo se tiene en cuenta el desequilibrio que producimos al ir sentados cerca de la cruz, y no el hundimiento de las vértebras entre los omoplatos.
Imagen personal del puente vertebral del caballo: la de un carro de un sólo eje, con un caballo enganchado. Lo primero que se debe hacer es, sobre el carro bien equilibrado, ajustar correctamente los atalajes al caballo para que a éste le resulte fácil tirar del carro: que sus gestos sean confortables. De ahí, la importancia de conocer la musculatura de de la cintura escapular y de la base del cuello. (J. LICART, BENNETT, KARL, DENOIX, CLYTON, KLAVINS, HEUSCHMANN, etc.
¿Está el caballo hecho para ser montado? Desde hace poco más de 3000 años, nos está demostrando que sí. De lo contrario, hace muchos siglos que la especie hubiera desaparecido. Pero durante todo este tiempo, poco se ha preocupado la humanidad porque sus gestos fueran confortables. Era la época en que la humanidad, en lugar de utilizar el poder de invención, le resultaba mucho más fácil recurrir a la tracción colectiva: disponibilidad de esclavos y prisioneros. Y el caballo, el principal esclavo
Ligamentos nucal y supraespinoso. Su importancia para que nos lleve y se lleve bien. Su funcionamiento, como el humano. Corresponde a la sinergia cuello- riñones, propia del hombre y del caballo. Fundamento del trabajo cuello "bajo y lejos". Posición adoptada por el caballo en dos tercios de su vida en la naturaleza.
Los músculos con los que el caballo invierte el cuello, son antagónicos de los músculos que lo doblan --o incurvan--. Luego, para desinvertir el cuello, lo primero y más fácil, doblar, incurvar por la base del cuello: como el NO-DO, al alcance de todos los españoles
La base de todas las flexiones está en romper el eje vertebral del caballo, con lo que se destruyen sus "fuerzas instintivas", las resistencias del caballo. La flexión más sencilla e importante: la espalda adentro

LIMITACIONES HUMANAS (más perniciosas)
Los sentimientos de masa transportadora y masa transportada, son muy distintos

Asiento: falta de fijeza (mal uso de los aductores)
desequilibrio (no confundir con estabilidad)
culadas (hay que valorarlas; debajo de la montura está el dorso del caballo). ……….inevitables cuando un segmento humano está en la vertical (normalmente, la ……….espalda)

Manos: de mente enormemente depredadora: tendencia instintiva a agarrarse.
El bíceps, el músculo más nefasto en Equitación.
Dificultad en romper la simetría de movimientos de nuestras manos: "que tu ……....mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda"
Instintivamente, la mano que siempre coge al caballo, es la interior. Aprender a ………relajar el brazo interior, mientras se tensa el exterior
Por qué es importante la rienda exterior: puede actuar sobre el pie que empuja
que, al galope siempre y al trote en vueltas, es el pie exterior.

Ideal: mano bocherizada: que resista y que no tire (bíceps, cero. Sólo dedos)
la mano no tiene que aguantar al caballo y darle órdenes: debe poner
orden

Piernas: Papel principal: equilibrarnos correctamente: pie debajo del culo
Nos fijamos al caballo con los aductores. Nos centauriza
Papel secundario: impulsivo
Pedir dos cosas a la vez continuamente, ninguna de las dos se harán bien: que
nos equilibre y que avance el caballo.

EJERCICIO PRIMORDIAL
Como en cualquier deporte, buscar el Gesto Confortable --económico y ergonómico-- del caballo
1º montar como una mochila inteligente. La montura no es para acomodarse uno mismo, sino para acomodarse mejor al caballo. Las antiguas vaqueras, ideales para aprender a equilibrarse.
2º antes que la puesta en mano, está el que acepte la mano; sin resistencias
3º estiramientos, empezando por el cuello, respetando el movimiento hacia delante. (Importante tomar conciencia que un estiramiento correcto supone alargar riendas medio metro. Distinto a aflojar el brazo)
4º a caballo, más importante que dar órdenes, es poner orden en cada parte de su cuerpo. Y en el todo
5º que el caballo se aguante sólo. (Razón de ser de la serreta). No tirar cuando el caballo tira (pesa varias veces más que nosotros) Resistir --bíceps cero-- sólo cuando se sepa que se le va a ganar. Siempre, ganar sin luchar.


Decía DOMINGO ORTEGA: "torear bien es hacer que no se desperdicie nada en la embestida del animal, sino que el torero la absorba y gobierne íntegra". "...en el toreo, todo se hace hacia delante"

El caballo no nos enseña nada. ¿O sí? Sí es seguro que se limita a responder a nuestras preguntas. Si le preguntamos mal, nos responderá mal. Por eso, el montar bien empieza por hacer gestos correctos para que el caballo me entienda. Los gestos preguntan o incitan; sólo la respuesta nos dice si se ha hecho bien o no. Distinto a pensar que lo estoy haciendo bien. Cada gesto tiene --o debe tener-- una significación para el caballo. Muchos momentos somos zombis: no somos conscientes de lo que le estamos diciendo al caballo.

Por el bien del caballo

Paz y espero que os sirva a alguien

jueves, 1 de septiembre de 2011

ACERCA DE LAS ANTIGUAS MONTURAS VAQUERAS Y TÁRTARAS

Voy a empezar por dar mi versión sobre las monturas vaqueras antiguas y las monturas tártaras, más antiguas todavía.

Denominador común: muy altas y cortas. Y, sobre todo las tártaras que eran de madera, incomodísimas, casi un instrumento de tortura. El que no era capaz de mantenerse en equilibrio sobre esas monturas, es que no servía para jinete.

Esta solución que se le dio a la montura, resultó ser la mejor para el caballo. Me imagino que el hacerlas tan altas fue con el fin de evitar rozaduras y el hacerlas cortas para encajar mejor al jinete. Todo, en definitiva, obligaba al jinete a ir perfectamente equilibrado. En esta posición, el primer beneficiado era el caballo. Y el jinete que era capaz de acostumbrarse a ir así, casi lo encontraba natural, después de muchas horas de tortura. Pero dudo que los inventores de tales monturas pensaran en el bienestar del caballo. Un ejemplo próximo –e imaginativo-, sería como si todos los caballos, para su calentamiento –que podría reducirse hasta casi a cinco minutos- hubiera que montarlos con estribos de carreras. ¿Cuánta gente montaría?

Pasan los tiempos y llegamos a la segunda mitad del siglo XX. El mundo del caballo se revoluciona: pasa de ser un instrumento de trabajo a un instrumento de ocio. Quiere decirse que la mayoría de jinetes –cada vez mayor en número- son aficionados o, incluso, “domingueros”. De montar a ratitos. Y se empezaron a construir monturas pensando en la comodidad del jinete. Recuerdo la primera montura vaquera moderna que vi, –parecía un butacón- a principios de los sesenta. Y si mal no recuerdo, era de Armenta. Hasta el año 57 yo montaba más en vaquera que en galápago, que es como se le llamaba a la inglesa entonces. Y yo creí durante mucho tiempo que la vaquera que yo montaba era incómoda porque era mala, cuando resulta que entonces todas eran así. También recuerdo de la temporada que varios rejoneadores tenían una cuadra estable en la hípica de Valencia –década de los sesenta- que todos trabajaban a diario con montura portuguesa. ¡Esas sí que eran cómodas! Sólo utilizaban la vaquera, y ya algo transformada, en la plaza de toros.

Yo creo que dicha década de los sesenta fue la de la revolución de las monturas. ¡Menuda diferencia de las antiguas a las modernas de salto! Otra cosa que me chocaba de entonces, era ver a Paco Goyoaga con monturas con zalea de borrego. Era –y seguiría siendo hoy- el jinete perfecto. Y con la zalea, las monturas de entonces se lo ponían más fácil. Seguro.

Aprovecho el hablar de vaquera para solidarizarme con Félix Lara y todos los de vaquera que hayan leído las letanías de Adolfo Botín para decir que no estamos de acuerdo con él. Uno de los mejores jinetes de España, ligeramente posterior a Botín, Perico Domínguez Manjón, venía de la vaquera. A partir de él, podría citar a cientos. Yo creo que el gran problema de la vaquera nuestra es que ha evolucionado por transmisión oral, y tampoco hemos tenido la suerte de que apareciera un Homero vaquero que hubiera incitado a alguien a que escribiera. ¿Desde cuándo un vaquero empezó a jugarse la vida a diario y no en tropel? Yo creo que bastante antes de que aparecieran Grisone, Fiaschi y demás autores del Renacimiento. Sería bueno que Tomás MC, que debe estar bastante enterado del tema, nos aportara conocimientos. Bueno para los amantes de la vaquera –entre los que me incluyo- y para todos nosotros en general. El manejo del toro bravo debió hacerse, desde el principio, con caballos. Y se empezaron a desjarretar toros en la Edad Media. Tradición hípica vaquera debió haber. Tomás MC, espero que te des por aludido.

Paz y espero que os sirva a alguien. En breve hablaré de la mano bocherizada.