sábado, 17 de abril de 2010

CABEZA Y COLUMNA VERTEBRAL, ORIGEN DEL MOVIMIENTO DEL CABALLO (2ª parte)

Acababa la lección anterior hablando de la articulación cérvico-torácica, o sea, la de la base del cuello. Ésta, precisamente por ser la más oculta para el ojo humano, ha pasado desapercibida
durante miles de años para el común de los mortales hasta que la biomecánica ha conseguido demostrarnos su verdadera importancia. Hasta entonces, algunos privilegiados eran capaces de ponerla en orden, y, sobre todo los caballos barrocos -la mayoría de origen español- tenían una conformación que les predisponía a ello. Prosigamos ahora con las otras articulaciones.
Comencemos, en cambio, aclarando que manejamos a todo el caballo básicamente con la parte que está fuera de su cuerpo –el cuello, la cabeza–, y que además lo hacemos desde el punto más alejado del cuerpo: su boca. Es tan increíble que, al menos de momento, no se me ocurre ninguna comparación.
Por eso la comunicación jinete/amazona-caballo se realiza principalmente a través de las riendas: a través del camino que va desde la boca del caballo a la mano del j/a. Esta comunicación es interactiva: el j/a no sólo ordena (ordenar es mandar y poner en orden), sino que también recibe información.
Resulta que, en esta interacción, la mano actúa sobre las 9 articulaciones que hay entre ella y la boca del caballo, de las cuales las más importantes son: la mandíbula, la nuca y la cérvico-torácica (la que está en la base del cuello). De esta última –la que históricamente ha pasado más desapercibida y más males le ha acarreado al caballo–, ya os he hablado en la lección anterior. Bien, pues estas son las 3 de las “3+1” articulaciones que son el origen del movimiento del caballo. Os preguntaréis ahora por ese “+1”….
La “+1”, a la que normalmente se le llama dorso, corresponde a la lumbo-sacra, que está justo entre el final del dorso y comienzo de la grupa (o sea, la zona lumbar). El buen funcionamiento de esta articulación depende tanto de la contracción de los músculos abdominales por la acción de las piernas del j/a, como de las sinergias (o concordancias) musculares del cuello, sobre todo de su base. Recuerdo lo que decía en la primera lección: la sinergia cuello/riñones-abdominales es igual en el hombre y en el caballo. De la misma manera que cuando nosotros encogemos el cuello también encogemos riñones y estiramos abdominales, cuando bajamos la cabeza (estiramos el cuello), abombamos los riñones y contraemos los abdominales. En el caballo, exactamente lo mismo. Y justamente gracias a esta sinergia, y a algunas cosas más, podemos montar los caballos. De modo que podemos afirmar que el caballo efectivamente tiene una conformación que le predispone a ser montado, eso sí, poniendo condiciones: que se le sepa montar bien. (Curiosamente, los únicos mamíferos capaces de enroscar el dorso como los caballos, son los delfines y las ballenas).

Con el caballo ocurre lo mismo que con las personas: la sabiduría(?) popular habla de fortalecer o muscular el dorso, cuando la realidad es otra: los músculos que hay que fortalecer son los abdominales. Y, como se ha dicho anteriormente, estos son sinérgicos (concordantes) con los de la base del cuello. Como dice el profesor Jean Marie Denoix “no hay dorso sin abdominales”.
Los músculos son la parte más activa del cuerpo del caballo, de hecho, los que conforman o deforman las palancas –articulaciones– como respuesta a los estímulos provocados por las ayudas del j/a en el entrenamiento, aunque sólo de los músculos más superficiales podemos apreciar su acción correcta o incorrecta. Sin embargo, las articulaciones, mucho más visibles, son las que en definitiva conforman la silueta del caballo, y cuya apreciación nos dice si está trabajando bien o mal. Como decía antes, la articulación de la base del cuello, al pasar desapercibida durante miles de años, ha sido la causante de casi todas sus desdichas.
En cambio, nuca y mandíbula se han tenido muy en cuenta desde siempre, y junto con el resto del cuello (pero sin especificar), han sido el fundamento de las flexiones. Incluso durante mucho tiempo se ha llegado a pensar que la nuca era el centro de operaciones del caballo. Pero hoy en día sabemos que siendo importantísima, lo es en sinergia con mandíbula y cuello.

Yo pienso que la nuca funciona bien cuando está “elástica” y en el punto más alto del cuello. Ahí no nos equivocamos nunca, y sabemos que el resto de las articulaciones del cuello están predispuestas a trabajar bien. Una hiperflexión (o flexión excesiva) de la nuca hará que el cuello se rompa por la articulación de la 3ª vértebra, haciendo que ésta sea el punto más alto del cuello, lo que supondrá en cualquier caso la pérdida de equilibrio y que los músculos del cuello dejen de trabajar correctamente, por lo que los gestos del caballo no serán confortables. El defecto contrario, nuca bloqueada, cuello invertido y cara casi en la horizontal, suele ser consecuencia de resistencias en la mandíbula como compensación a la mala utilización de las ayudas del j/a.
Como decía en la anterior lección, el caballo manifiesta los desacuerdos con nosotros con resistencias en la mandíbula, pues al no sentirse cómodo con nosotros, la bloquea y, o tira de nosotros o se encapota. No quiere saber nada de nuestras manos. Y es que al hombre le resulta prácticamente inevitable no tirar de las riendas, ¡somos humanos! Lo primero que hay que hacer, del mismo modo que los niños de parvulario empiezan por aprender manualidades, nosotros debemos estar en una continua educación de nuestra mano: en lugar de tirar sistemáticamente (utilizando el bíceps) o colgarnos aunque sea mínimamente de la boca (utilizando el peso), hay que aprender a resistir utilizando los dedos, o sea, los músculos del antebrazo. Es lo primero que va a notar –y a agradecer– el caballo.

¿Qué conseguimos con una mandíbula relajada?
1º Predispone mentalmente al caballo a colaborar
2º Destruye todas las resistencias y hace que todas las articulaciones se desbloqueen
3º Es el origen de un buen equilibrio
4º Produce salivación: signo de relajación. Como los humanos, la rigidez viene de “la boca seca”
Todos los caballistas-escritores están de acuerdo en que la base de la gimnasia del caballo, después de un buen acondicionamiento físico (muscular y cardiorrespiratorio), son las flexiones. Según D. Olivier: “solo la flexión acumula energía elástica”. Incluso en los últimos tiempos insisten en que primero son las flexiones laterales: “la flexión lateral es la clave de la flexión directa”, afirma C. Anderson. Pero a excepción de J. Licart, ninguno explica el por qué...
A continuación expongo el razonamiento de Licart porque sigo opinando que sus libros, a pesar de superar los dos tercios de siglo, siguen siendo de lo mejor, y para mí son libros de consulta diaria. Traduzco literalmente del primer capítulo de su libro “Dressage”:
“¿Qué es lo que se opone al remetimiento de los pies? El defecto de elasticidad o estado de contracción de los músculos inversores del cuello. Entonces hay que hacer trabajar a estos músculos en elongación (estirándolos). Y esto se obtiene con una gimnasia a base de extensiones e incurvaciones del cuello (…) Las extensiones del cuello hacen trabajar simultáneamente los inversores en elongación (…) Las incurvaciones, incompatibles con la contracción simultánea de los dos inversores, descomponen y disocian su resistencia conjugada. Es imposible para el caballo incurvar e invertir al mismo tiempo el cuello “
Esta es la raíz de las flexiones: EL CABALLO NO PUEDE INVERTIR Y DOBLAR EL CUELLO A LA VEZ. Y esto es como el antiguo NO-DO, que está al alcance de todos los j/a. Si yo quiero desinvertir el cuello al caballo, no tengo más que doblarle el cuello unas cuantas veces, hasta que el momento en que él busque bajar la cabeza estirando el cuello. Es una solución puramente fisiológica (como todas) y lo único que hace falta las primeras veces es la dirección de un experto. Como en todo. Y la pericia para acabar haciéndolo se consigue repitiendo, repitiendo, repitiendo, siempre bajo una buena dirección.
Sigo pensando que el jinete español que mejor domados tenía los caballos de salto era Fico Morugan. Su obsesión era lo que él llamaba la “flexión directa”. Y no era ni más ni menos que las 3+1 articulaciones estuvieran perfectamente elásticas. Esta debe ser la cualidad esencial de las articulaciones. Él acababa consiguiéndolo con su técnica –manos detrás de las rodillas–, con su sabiduría y, sobre todo, sacrificándose muchas horas. Al final la recompensa: pura elasticidad y gestos confortables del caballo... y a ganar. Su primera lección a un caballo podía durar cuatro horas. Y no exagero. No se bajaba del caballo hasta que no le “soltaba el hierro” a su gusto. Sudor sólo debajo de la montura y cincha. El caballo totalmente relajado y elástico. Su lema: ganar sin luchar.

Acabo con dos frases de dos maestros en estas lides, y que nos ayudan a tener ideas más claras acerca de las articulaciones.
Deb Bennett (The ring of the muscles): “Distribuir los movimientos bruscos por el máximo de articulaciones posibles, pero no disminuir los movimientos bruscos” (el salto es un movimiento brusco).
Dominique Olivier (Equitation raissonnee): “Engagement: remetimiento de los pies haciendo flexionar el mayor número de articulaciones posibles, desde los riñones hasta los menudillos. Cuantas más articulaciones diferentes se flexionen para un mismo fin, menos deberá flexionarse cada articulación. Esta repartición del trabajo sobre todas las articulaciones, facilita el trabajo de flexibilización del caballo. Más vale activar un poco varias articulaciones que mucho una sola. Esta sinergia facilita además la movilidad de las otras: una articulación a mitad flexionada, dispone de mucha más latitud de acción en los dos sentidos, que una casi totalmente flexionada”

7 comentarios:

  1. Antes he dejado el mismo comentario pero en un sitio equivocado, lo siento. Sin duda el mejor de los articulos que e leido hasta ahora. soy un muy fiel seguidor de la técnica que usaba Morugán, siempre bien utilizada y tutorizada si es posible. como todo lo bueno, con moderación es muy util ya que al bloquear el cuello obliga a trabajar mucho el tren posterior. solo un inconveniente; te deja las piernas absolutamente agotadas jajaja. me a quedado una pequeña duda acerca de la nuca el punto mas alto del cuello. Imaginate la nuca ahí arriba donde tu indicas y una flexión de 80-90 grados, efectivamente la nuca sería el punto mas alto y te asiguras que el trabajo es correcto, pero ahora bien, manteniendo esa flexion pero sumando un poco de propulsión y permitiendole elongar el cuello ligeramente hacia abajo (sin aumentar la flexión(sin que se pase de la vertical))en mi opinión el caballo sigue trbajando absolutamente correcto y la nuca ya no seía el punto mas alto del cuello. espero me soluciones la duda. un saludo

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  2. Amigo tocayo, me tienes pasmao. Como yo soy incapaz de hacer todas esas cosas, se las doy a leer a mi LIKE a ver si aprende. Recuerdo cuando me enseñabas a saltar (cosa que no conseguiste), que me hacias bajar del caballo y pedirle perdón de rodillas. Ahora voy entendiendo el problema.
    Un abrazo y enhorabuena por este blog, que voy recomendando a todos mis conocidos.

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  3. hola curita, como ya sabrás estamos en obras para instalar el caminador en la hípica y me gustaría que me aconsejaras sobre el suelo que hay que ponerle, ya que me han dicho que lo mejor para los caballos es hormigón y yo pensaba ponerlo de goma . Espero tu opinión con ansia. Besos Ana Belén

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  4. sandro tu comentario me parece muy acertado, pero pienso que no es contradictorio
    con lo que mantiene el cura, se puede -y se debe- trabajar perfectamente como tú indicas, con el cuello
    estirado -picando hacia abajo, "buscando el hierro"- pero tú sabes que delante del salto en los últimos trancos
    el caballo pone la cabeza practicamente horizontal -con la nuca el el punto más alto- y creo que
    cuando jose manuel propone la nuca elástica en el punto más alto, es como un "test" pues si en el
    punto más alto esta elástica esta claro que en el punto más bajo -muy apropiado por cierto- también estará elástica,
    de todos modos, lo mio es una mera opinión y el cura te podrá contestar con la "sabiduria que le acompaña", un abrazo.

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  5. ¡Hola, Cura!
    Soy Blanca, la amiga de Loreto, de Granada.
    Acabo de descubrir tu blog investigando la manera de corregir el cuello invertido de mi caballo. Leyendo tus lecciones y, sobre todo, recordando las veces que he tenido la suerte de asistir a tus clases, sé que voy por el buen camino. Aún me asalta la duda de si la configuración de su cuello podrá corregirse, teniendo en cuenta que tiene 10 años y conmigo lleva 2.
    Me ha gustado mucho el "trabajo al paso". Creo que es fundamental para conseguir un caballo flexible y agradable para montar.
    Enhorabuena por los comentarios de tus amigos y/o alumnos.
    Un abrazo y espero verte pronto por aquí.

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  6. Tus trabajos son la base para un buen entrenamiento. Sin lugar a duda no hay dos como tú!
    Para conseguir empezar a trabajar la flexión-incurvación-elasticidad de los caballos y conseguir que su movimiento natural sea el correcto (largo de delante y corto de detrás), donde sus pies-corvejones trabajen manteniendo un ángulo constante (no salgan mucho para entrar mucho, sino que desde un punto sólo entren), su nuca esté por encima de la vertical y cada una de sus articulaciones trabajen como el muelle de una máquina perfecta, ES IMPRESCINDIBLE HACER TODO LO QUE DICES!!

    Hasta conseguir que todo sea un baile con una coreografía perfecta...es cuestión de repetición y trabajos bien hechos!
    Muchos besos y saludos de toda mi familia para tí!

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  7. Jose acabo de enterarme del nuevo triunfo de Ricardo Jurado en el CSI ** de Fontainebleau y
    por mi parte "te doy la enhorabuena", espero que no se olvide que muchos de los mejores y más importantes jinetes
    de este Pais -el mencionado Ricardo Jurado (Richi) y Manuel Fernandez Saro (Fanfa) por citar algún ejemplo entre otros muchos-
    trabajaron "años" contigo, así que te reitero mis felicitaciones, "al cesar lo que es del cesar"
    y mi más sincera enhorabuena al "incuestionable" Richi.

    Lo que más grande te hace es que no distingues entre alumnos y te tomas el mismo interés con
    cualquiera que se suba "con respeto" a un caballo.

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