miércoles, 14 de julio de 2010

CONTESTADOR DEL BLOG (a Pau, Anónimo, Cristina, Carlos, Carolina y Javi)

Después de dos semanas largas de ausencia, vuelvo a casa y, sólo aquí, puedo reincorporarme a la ardua labor de escribir en el blog.

De mi experiencia en estos días, podría escribir un montón de cosas interesantes: desde la primera prueba EQUI-Q, en el Poni-Club de Granada, hasta el internacional de Casas Novas, pasando por el Campeonato de España de juveniles y jóvenes jinetes, y una interesante experiencia en Los Porches de La Coruña.

Pero lo inmediato es contestar las cuestiones que se me plantean en el blog.

Advierto que, en lo sucesivo, sólo contestaré a los “no-Anónimos”, es decir, a los que de algún modo se identifiquen. Si no en el blog, sí en mi correo electrónico hermicasanova[arroba]hotmail.com podéis identificaros


PAU: Moltes gràcies. ¡¡¡Te necessite, afillolat!!! Espero que los interesados en la “visualización” habrán tomado buena nota.


ANÓNIMO: sobre el caballo belga que corre ante el salto.

Yo utilizo dos técnicas para corregir este defecto:

1ª Tomando buena nota de cuándo empieza a arrancarse, para corregir –no tirando sino cerrando dedos- precisamente en ese tranco y no en los siguientes en que, por la inercia, difícilmente vas a poder controlar al caballo. Para las correcciones de los caballos es importantísimo el tiempo de latencia. Cuando os hable de las señales nuestras y las correspondientes respuestas de los caballos, os daré mi versión. Un ejemplo para que me entiendas. Si estoy enseñando la tabla de multiplicar del 7 y cuando se la pregunto a un niño me dice 7 por 5, 37, si espero al final para decirle “no”, no sabrá donde ha estado el error. En cambio, si se lo digo inmediatamente al fallo, la corrección será fácil. A los caballos hay que enseñarles de la misma manera.

2ª Cuando la primera falla, lo cual no suele ocurrir a menudo, ésta seguro que no falla. Precisamente esta semana pasada lo he podido comprobar con un cirio de yegua en Los Porches. ¿En qué consiste? En que un experto coja al caballo de una rienda y, primero con las barras en el suelo, las pase con el acompañante, obligándole a que baje la cara y se mantenga al paso. Cuando ya lo haga bien, se hace al trote sobre cruzaditas. Repetir –seguro que muchas menos veces de las que nos imaginamos- hasta que lo pase con la cara baja y relajado. La citada yegua no necesitó ni diez repeticiones. Algunos os acordareis del LATENDO de Fanfa (Manuel Fernández Saro): empezó a saltar bien acompañándole pie a tierra en el salto. Yo lo he podido comprobar bien con más de dos docenas de caballos y ponis, y jamás me ha fallado. Condición fundamental: que el J/A coja las riendas de la hebilla. La mano, consciente o inconscientemente, es la causante de todos los males. Si tienes ocasión de leer “EL ARTE DE LA GUERRA”, en la Introducción, lee la historia de los tres hermanos médicos.


CRISTINA: “El que se empeña, lo consigue”. Y tú seguro que eres de esa peña. Hay una frase –que debo incluir en su apartado correspondiente– que leí en un libro americano pero que perdí –o me robaron– y que dice: LA ACTITUD Y NO LA APTITUD NOS LLEVA A LA ALTITUD. El camino es arduo y depende del esfuerzo o, más bien, de la constancia en el esfuerzo. Y añado una frase de los Evangelios y que, como no tengo a mi hijo a mano, no puedo dar más datos de ella, pero sí la entenderéis: “Mis caminos, no son vuestros caminos”. Para aclararlo, en breve os transcribiré una historieta que me impresionó hace justo medio siglo y que, con otra versión, encontré hace poco.


CARHERLO: Carlitos, me encanta de nuevo estar en contacto contigo. Después de un largo paréntesis, el reencuentro es parecido al del hijo pródigo. Más arriba he dejado mi correo. Bueno, el de mi mujer con la cual sigo compartiendo todo desde hace cuarenta años.


CAROLINA: llámame y lo vemos in situ. Los caballos no son inteligentes (a buenas horas nos iban a aguantar lo que nos aguantan), pero sí un poco listos –tampoco se pasan– y nos prueban. Y hay que superar la prueba. ¿O no, Cristina? (la de arriba)


JAVI: acabo de leer tu comentario. De la misma manera que Jesucristo dijo a los que querían lapidar a la mujer adúltera “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, también podía habernos dicho a los hípicos que “el que no tenga limitaciones, que tire la primera piedra”. . He sido testigo de la evolución durante muchos años de amazonas y jinetes que ahora están en el equipo o lo han estado. Y dicha evolución no ha sido un camino de rosas precisamente. Limitaciones, todos tenemos. Lo importante es conocerlas y saber lo más exactamente posible hasta dónde podemos llegar… y sobrepasar lo que se pueda. El mundo del caballo es lo suficientemente grande como para encontrar un puesto en él. Busca el que mejor te cuadre. Hace pocos días les decía a unos alumnos profesionales que a la perfección se llega con la progresión desde donde estamos. San Agustín decía que “lo primero en el orden de la intención es lo último en el orden de la ejecución”. Y reflexiona sobre lo que he escrito más arriba. Una pregunta que debes hacerte: ¿hasta qué punto estás dispuesto a sacrificarte?


Paz y espero que os sirva

7 comentarios:

  1. Me alegro que ya estés con todos nosotros, la lectura de tus comentarios, me dan ganas de a mis años ponerme a saltar, lo que aprenderán tus alumnos con tus enseñanzas.
    El otro día, antes de venirme de vacaciones, en una parada en mi recorrido, estaba hablando con unos amigos caballistas y te conocian de Pineda, me contaron media vida, lo pequeño que es el mundo. Y donde estuve hablando no son precisamente de saltos.
    Saludos de Gabriel.

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  2. Hola jose manuel . soy jacobo el de los porches de la coruña. Sigo practicando tus ejercicios y poco a poco me van saliendo. Bueno un abrazo y espero volver a verte :)

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  3. Trabajaré una actitud que me eleve. Que cuesta... doy fe, muchísimo. De momento sólo he conseguido evolucionar (en general) despacio, con paciencia y mucho esfuerzo, "a Diós rogando y con el mazo dando" ... Afortunadamente puedo contar con buenos guías :-) Gracias

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  4. Hola Jose, estoy encantado con tu blog. Nos sirve para recordar tus lecciones a los aficionadillos como yo. Tengo que hablar de tu leccion sobre cuando corregir a un caballo que sale "disparado" ante un salto o cualquier cosa porque he tenido una experiencia personal con la que creo que puedo aportar mi granito de arena( creo que si no lo cuento reviento).
    Mi caballo hacia exactamente lo mismo que el caballo que corria delante del salto, en lugar de hacerlo cara un salto, lo hacia cuando galopabamos en la pista en direccion a la cuadra. Por mas que corregia, no habia manera. No era consciente del tema de cerrar la mano en el primer tranco, a lo mejor lo hacia en el segundo o en el primero. De tanto en tanto conseguia paliar el problema pero en cuanto me despistaba un poco,¡tras!, a correr.
    En el transcurso de todo esto, el caballo mio tuvo una lesion muscular en el dorso. Con lo cual tuve que interrumpir el entrenamiento e instaurar un programa de reposo y rehabilitacion para solucionar la lesion.
    El objetivo del programa de rehabilitacion era el de estimular el trabajo de la musculatura abdominal sin forzar los musculos lesionados. De esta manera se consigue una cierta flexion de la columna vertebral para que luego nos pueda llevar correctamente, como dice Jose. El modo de hacerlo, entre otros, consistia en trabajos a la cuerda sin jinete, al galope. Debia hacer alargar el galope y acortarlo de manera consecutiva. El efecto provocado es similar al de un caballo que galopa en libertad y de repente tiene que frenar:encorva el dorso contrayendo entre otros los musculos del abdomen, a continuacion los pies entran debajo del caballo. Alargando y acortando el galope se consigue lo mismo, pero, sin suponer tanto esfuerzo para el caballo.
    Una vez, parcialmente recuperado y cuando la fase de rehabilitacion me permitio empezar a trabajar montado, empece realizando los mismos ejercicios que hacia a la cuerda y sin jinete: alargar y acortar el galope. Cual fue mi sorpresa que el problema que tenia anteriormante habia desaparecido. Alargaba y acortaba en cualquier punto de la pista casi con solo pensarlo. El caballo ya no se me escapaba cara a la cuadra.
    Con esto quiero decir que es muy importante no solo aplicar las ayudas en el momento correcto sino entrenar los musculos adecuados para que el caballo pueda realizar los ejercicios que pedimos con facilidad. Para que un caballo obedezca gustosamente creo que es necesario que lo que le vayamos pidiendo sea capaz de realizarlo sin esfuerzo.
    Ahora soy consciente del tema de cerrar la mano en el primer tranco malo. Esto, junto con el entrenamiento que le di, ha hecho que los resultados que he obtenido con el tema de las " escapaditas" en cuestion; haya sido mas que satisfactorio.
    Gracias Jose.

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  5. es muy lógico lo que dices matthias los caballos es dificil -aunque los hay- que digan "no quiero" más bien dicen "no puedo" como un caballo sensible con mala tecnica de manos o malas espaldas que llegando cerca a un salto no quiere darse con la barra y se para, si los "educas" en distancias cortas y mejoras su técnica y "musculas su tren delantero y trasero" pues viéndose capaces ya no dicen "no quiero ni no puedo sino adelante" como no pueden hablar pues usan el "lenguaje corporal" a modo de desaprobacion, como atletas que son se tiene que cuidar su "equilibrio físico y mental"....un caballo sano y feliz.

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  6. Hola Eduardo, muchas gracias por tu comentario. Al final de toda la película se trata de sentido común, que en la mayoría de las ocasiones es el sentido que menos usamos.
    Un saludo

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