jueves, 19 de agosto de 2010

DOMESTICANDO (A propósito de "El Principito")


En estas fechas vacantes y familiares, mis nietos iban un día con sendas camisetas de “El Principito”, por delante con la serpiente –que no el sombrero- y en la espalda la frase más universal: “lo esencial es invisible a los ojos”. Primera incitación a escribir sobre "El Principito".


Desde hace poco más de diez años, la buena literatura hípica francófona se prodiga en citar el principio del
CAPÍTULO XXI, aquel en donde el zorro le dice al Principito que para una buena relación entre ambos, primero le tiene que domesticar. Segunda incitación.

Tercera incitación: desde hace al menos un cuarto de siglo es el libro pedagógico que más utilizo en mis clases. Ello también debo agradecérselo a la mujer del Pichi (muy conocido de vascos y no vascos) porque me ayudó a abrir un poco más los ojos. Casi como intento en este momento hacer con algunos de vosotros. ¿Por qué? Porque muchos de los que me leéis lo habréis leído. Y añado una frase de mis frasares que espero que os sirva: “si nunca segundas partes fueron buenas, siempre segundas lecturas han sido maravillosas”. Os invito y os incito a que lo releáis.


Cuarta incitación: es uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Hace años lo regalaba en algunos de los cursillos que daba y, hoy en día, sigo recurriendo a él y recomendándolo encarecidamente.
Para practicar la Equitación del siglo XXI hay que empaparse de la filosofía del capítulo XXI. Las mujeres seguro que me entendéis mejor. Un inciso: en cuanto se me presenta la ocasión, aprovecho para decir que la Equitación actual es casi más femenina que masculina. A los resultados me remito.

¿Qué me sugiere el capítulo XXI?
- Según el zorro del Principito, domesticar requiere “establecer lazos”. Dominique Olivier lo dice con estas palabras: “Si el hombre, en su relación con el Caballo, razonara más en términos de COOPERACIÓN que en términos de SUMISIÓN, desarrollaría una cultura que estaría por encima de la mera satisfacción de ser obedecido por el animal”. (“Equitation: emploi des forces du cheval”)

- Domesticar supone conocer mejor: “Sólo se conocen bien aquellas cosas que se domestican –dijo el zorro-“

- Domesticar supone responsabilidad: “Uno se hace responsable de lo que domestica”
- Domesticar requiere paciencia y, para ello, hay que echarle tiempo. -Domesticar requiere también un ritual. Y el rito –los “hábitos” para el caballo– son importantísimos. Os repito una frase de S. Kierkegaard: “debemos de aprender de los niños a tomarle gusto a la repetición”. Y yo añado, que sin repetición no hay correcta ejecución.
- La perfección no existe, pero sí la progresión: en el planeta del Principito no hay cazadores, pero tampoco gallinas. “Nada es perfecto –suspiró el zorro– “
- La despedida del zorro: “Adiós –repuso el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy sencillo. Consiste en que no se ve bien sino con el corazón, pues lo esencial es invisible a los ojos”. Yo lo interpreto como que sólo cuando somos capaces de ponernos en el sitio del caballo (a esto hoy en día se le llama “empatía”) podemos entrar en el camino de la verdad. Un interesante libro australiano, cuyo título ya es sugerente: “Los caballos están hechos para ser caballos” (“Horses are made to be horses” de Franz Mairinger)

En breve seguiré con “El Principito” y los caballos. Si queréis (re)leer el capítulo XXI, lo tenéis aquí:
http://www3.sympatico.ca/gaston.ringuelet/lepetitprince/capitulo21.html.

Paz y espero que os sirva a alguien

3 comentarios:

  1. Como todos tus articulos, hay que releerlos y siempre se sacan buenas enseñanzas, sigue en ese camino que te seguimos.
    Saludos de Gabriel.

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  2. Hola jose manuel, me llamo jorge y soy un gran seguidor suyo, queria preguntarle una duda.Mi caballo no esque sea caliente pero al ir trotandolo y despues de galopar empieza a tirar mucho de la mano.Bueno que me puedes aconsejar?Ojala hagas el proximo articulo de caballos calientes. Un abrazo :)

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  3. El pasado 30 de Agosto se celebró, como colofón de las fiestas veraniegas, en el Club Hípico Equital de Alicante, la primera Liga Equi-Q, ideada y llevada a cabo por Josemanuel Sales Pons “el cura” y su discípulo Rafael Henríquez de Luna, artífice entusiasta y responsable de la alta participación.
    La nueva propuesta de este gran “pedagogo ecuestre”, consistió en una divertida prueba donde se ponía a prueba la habilidad tanto de jinetes/amazonas como de caballos, teniendo que realizar un meditado y laberíntico recorrido con toda clase de obstáculos poco ortodoxos y de la más variada procedencia ( sillas, maceteros, vigas, neumáticos….).
    El nivel de participación, más de 50 jinetes, y afluencia de público fue todo un éxito, y al no haber límite de edad alguno, salieron a pista desde niños de 5 años como Marina Cortell sobre Azúcar, hasta veteranos experimentados como Antonio Quintana, Pilar Isach o el propio “Cura”, dándonos a todos un magnífico ejemplo de superación a cualquier edad.
    Así mismo, compitieron caballos de distintas disciplinas: salto, doma, raid, incluso tanda….en una demostración de versatilidad que sorprendió a los asistentes.
    Las ganadoras de las pruebas, en las que el tiempo era el factor principal, fueron: la murciana Elvira Meseguer montando a Ormuz (1ª), Laurita Tomás Isach con el gran Ayna Prince, y en tercer lugar Miriam Piqueres con “todoterreno” Isabi, no sobrepasando ninguna de ellas el 1’10’’ de tiempo en su recorrido. Como trofeo recibieron libros y diploma acreditativo para cada uno de los concursantes.
    Como bien se encargó de explicar Josemanuel Sales en el posterior refrigerio que se ofreció una vez terminadas las pruebas, la finalidad del evento, independientemente de la diversión, era absolutamente pedagógica, sirvió tanto a niños como a mayores noveles a enfrentarse, en algunos casos por primera vez, a un recorrido cronometrado, a los caballos, concentración y confianza en su jinete ante cualquier imprevisto y al público un divertido espectáculo en el que colaborar ante los “despistes”.
    La experiencia resultó tan positiva que todos esperamos que esta nueva iniciativa se repita, se desarrolle a otros niveles y se consolide como evento habitual con la participación de otros clubes, que encontrarán en Equital una magnífica organización, unas instalaciones de gran nivel y unos servicios dignos de un club de la mejor categoría.
    Pepa Lledó

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