martes, 17 de mayo de 2011

ACERCA DE LAS MONTURAS (contestando a Félix)

Me sugiere Félix que dé mi opinión sobre las monturas de salto y doma. Hasta hace un tercio de siglo, la única diferencia entre ambas estaba en el largo del faldón y en la verticalidad del mismo. El faldón de la montura de doma era largo y casi vertical, sin apenas rodillera sobresaliente por delante. La montura de salto tenía el faldón mucho más corto y adelantado. El asiento de ambas era prácticamente el mismo: bastante plano y retrasado. Desde entonces, han ido evolucionando cada una por su lado siguiendo las exigencias de la propia disciplina. Lo mismo ocurrió con la montura vaquera. La vaquera moderna es completamente distinta a la de hace medio siglo: es muchísimo más cómoda para la persona pero no creo que lo sea para el caballo.

Pero volvamos a la montura de doma y a la de salto actuales. Como el equilibrio de cada disciplina es distinto, la posición del asiento y de la pierna de j/a deben estar en función de dicho equilibrio. Y esta posición propia de la disciplina viene forzada en la montura de doma y facilitada en la de salto.

¿Por qué digo forzada en una y facilitada en la otra? Porque en doma, prácticamente, la posición es sentado. A penas sí se sale de la montura. Y para evitar que el culo se vaya hacia atrás -la gran tentación- y el asiento no salga de los isquiones, se ha acortado y, sobre todo, levantado de atrás la montura para aliviar lo más posible el dorso del caballo: el ir sentado no debe ser nunca "ir en el rabo". De esta manera se asegura la 2ª ley mecánica de la mochila: que los puntos de aplicación sean los idóneos. Y para que se cumpla también la 3ª ley mecánica de la mochila: sentirla, en todo momento, de la misma manera, se ha levantado mucho el borrén delantero y acentuado las rodilleras de los faldones, con el fin de quedar bien encajado en la montura: pierna y culo en la posición más eficaz.

En cambio, como en la montura de salto se está entrando y saliendo continuamente de ella, el asiento debe ser más largo y más plano -para evitar golpes innecesarios-, y el faldón más corto y adelantado para poder encajar bien la rodilla, bastante más flexionada que en doma, con el fin de que haga de amortiguador junto a las otras articulaciones de la pierna, tanto en el galope en suspensión como en el salto. En esta disciplina, además, son muy importantes los aductores para seguir cumpliendo las leyes mecánicas de la mochila.

En breve, seguiré con mis ocurrencias sobre la montura.

Paz y espero que le sirva a Félix y alguno más.

2 comentarios:

  1. Félix Lara Canovaca17 de mayo de 2011, 13:23

    Muchas gracias José Manuel

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  2. Félix Lara Canovaca7 de julio de 2011, 11:07

    Jose Manuel, ya que haces alusión a la montura vaquera y adelantas como su diseño en la actualidad la hace más incómoda para el caballo, te agradecería si preparas otra entrega de tus ocurrencias sobre las monturas que nos expliques algo más sobre el tema.

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