jueves, 13 de agosto de 2015

HOY HACE 60 AÑOS. Publicado en la revista Galope



Hoy, 19 de marzo de 2015, festividad de San José, hace 60 años que mi tío Paco y mi tía Mercedes (padres de mi querido primo Paco Pons Moreno) me regalaron el que fue mi primer libro de caballos, La Equitación” de Gregor V. Romaszkan. Es, por eso, una magnífica ocasión para hablar de mi biblioteca hípica -de la cual estoy orgullosísimo- y de la literatura ecuestre en general, y de la de nuestro país en particular.

Creo, al menos presumo de ello, que es la mejor biblioteca hípica de España en cuanto a documentación, no en cuanto al valor (crematístico) de los libros: no tengo muchas ediciones antiguas, aunque sí  muchos libros antiguos en formato facsímil, o reediciones más modernas, incluso fotocopias. En total, cerca de 700 libros de caballos impresos. Debo reconocer que algunos (muy pocos) ni los he ojeado: aún no  he encontrado el momento para ello. Además de los libros, he formado un archivo de más de mil artículos seleccionados y clasificados por materias.

Lo que ahora ocupa mas de una habitación, comenzó con un simple librito, siendo yo por aquel entonces un crío de 13 años. Eso sí, con una afición desmedida por el caballo. Y por aprender. Ni remotamente podía pensar el que yo fui hace 60 años en lo que se iba a convertir ese libro.

Debo aclarar que no soy simple coleccionista de libros, sino que he buscado siempre  documentarme sobre mi pasión de toda la vida, los caballos. E intentar enseñar a mis alumnos lo que debían saber. También por el afán de conocer

Segunda aclaración: acerca del idioma. La mayoría de los libros están en francés. Además, creo que la francesa es la mejor literatura clásica ecuestre que existe.  Bastantes en inglés, sobre todo modernos, porque hoy es la lengua más universal.  Una minoría en castellano y unos pocos en portugués e italiano. En alemán, media docena de libros y por tenerlos: de estos sólo me entero de lo que veo en las fotos.  Aunque se va notando el esfuerzo de la Editorial Lettera y alguna más por ofrecer versiones españolas de libros importantes, aún estamos muy lejos de otros países.

Tercera aclaración: acerca de los temas. Los temas principales de mis libros son: clásicos de la Equitación desde sus orígenes, mecánica de la Equitación, comportamiento del caballo, historia del caballo domesticado y sobre el salto. De otras disciplinas, casi diría que libros testimoniales. Los hay, pero pocos. Y de albeitería y veterinaria, muy pocos. Con la práctica y el estudio he ido especializándome en lo que llamo Fundamentos de la Equitación” y en la disciplina del salto. Y el haber competido en seis disciplinas distintas ha sido el complemento ideal. He practicado algunas más pero sin llegar a competir. Creo que lo único que me falta y que lamento- es coger una garrocha.

Cuarta aclaración. He dicho que tengo pocos libros españoles. Desgraciadamente, la literatura hípica española ha ido menguando con el paso de los siglos. Pero quiero dedicarle unas líneas. Aunque más bien me voy a referir a la literatura hispano-lusa. El primer tratado moderno de Equitación lo escribió el Rey luso Dom Duarte en el año 1443. Un tratado inacabado por la muerte prematura del autor. Pero lo que escribió sigue teniendo bastante valor pedagógico hoy. Pasa algo más de un siglo hasta publicarse en 1551 no uno, sino dos libros de caballos, sobre la Gineta, claro. Sus autores fueron

Pedro Chacón y Cristóbal Alvarez. Hasta fines del siglo XVII se publicaron en nuestra península –de autores también peninsulares- 27 libros (que yo tengo censados) sobre Equitación. Los tratados de albeytería (que por cierto la raíz árabe sólo afecta a la primera sílaba, “al”), cría y herrajes, no están incluidos. Sólo lo referente a montar. A la Gineta, claro. Este ha sido, creo yo, el motivo por el que siguen ignorándose estos tratados porque aquí, por aquel entonces, se montaba a la Gineta cuando toda Europa lo hacía a la brida. En Iberia seguíamos con nuestra tradición hípica y, además, teníamos toros salvajes los toros bravos de  hoy-, con los que la nobleza y el pueblo se lo pasaban a lo grande en los espectáculos que montaban los domingos y fiestas de guardar. Por aquel  entonces en Europa aún quedaban toros salvajes, pero como no se les echaba cuenta y eran un peligro, acabaron extinguiendo la especie. Qué sería el futuro de nuestros toros bravos si los antitaurinos llegaran a imponerse;  porque claro, ellos no van a hacerse cargo ni de una ínfima parte de la cabaña nacional. Pero volvamos a los libros de aquellos siglos. Y voy a dar una breve reseña de la Europa de más allá de los Pirineos.



Hay dos autores italianos que aún hoy en día son considerados como los fundadores de la nueva Equitación (la verdad, no lo entiendo). Son Grisone y Fiaschi;  Grisone  publicó unos años antes que Fiaschi y éste lo hizo en 1557 (tengo fotocopia del mismo; pero tal vez no sea la primera edición). Mucha mano dura con los caballos en Grisone y mucha música en Fiaschi. Pascal Caracciolo, coetáneo y práctico del caballo, dedicó muy poco a la monta en su tratado. Ya no hay más autores italianos de esa época. Y en Francia, el primer libro que se publica es el de Salomon de La Broue en 1602. Mientras, en Iberia ya había bastante publicado, y tan bueno o mejor que lo italiano. Por dos razones: una, porque era una Equitación en la que, además,  había que enfrentarse a un toro (Equitación práctica y peligrosa-, y no sólo estética), y la otra: los caballos españoles de entonces eran, con diferencia, los más apreciados en toda Europa sin excepciones-  y, por lo mismo, requerían un trato muy profesional. Pero como en nuestros libros sólo se hablaba de Gineta y toros, no se nos echaba cuenta. Y hoy seguimos en ello. Y lo peor de todo, nadie se preocupó de leer a nuestros paisanos. Peor todavía, fueron y siguen siendo ignorados. ¿Cabe algo peor todavía? Pues sí. Los propios españoles hemos acabado ignorándoles. Me recuerda a algo parecido con la disputa franco-germana del siglo XIX. L. Seeger y G. Steinbrecht (éste con todos mis respetos), echaban pestes de F. Baucher en sus escritos. Estoy segurísimo que no lo habían leído, ni visto. Hablaban o criticaban- de oídas. Cualquiera que hoy lea a Baucher con espíritu crítico concluirá que es el genio más grande que ha habido en el mundo de la Equitación. Y el mejor ejemplo para el caballista actual que se precie. Cuestionable, como todos. ¿A quien se le ocurre criticar a Aristóteles por decir que si nos subimos a la cima mas alta del Indu-Kush veremos el fin del mundo? O ¿quién se ríe de los libros del Antiguo Testamento? (no sé si estoy influenciado por El Ministerio del Tiempoy estoy cogiendo puertas que no corresponden).

Hay un autor español que realmente vale la pena leerlo: Pedro Fernández de Andrada. Yo sólo conozco dos de los tres libros que escribió. Los de la madurez. Demuestra, para su época, que sabe muchísimo de caballos, con una cultura más propia de Copérnico que de un caballista y que, además, montaba muy bien. No entiendo como sigue siendo ignorado. El problema, creo yo, está en que primero habría que traducirlo al inglés –o francés- moderno. Mis fotocopias son de caligrafía y ortografía de los siglos XVI y XVII, o sea, de las primeras y únicas ediciones. Ni siquiera hay ediciones facsímiles. Creo que no es aventurado decir que el Siglo de Oro español alcanzó también a la literatura ecuestre. Con la diferencia que ésta, sin razón que la justifique verdaderamente, es una gran ignorada. No hay más que echarle un vistazo.

Como decía al principio, el ansia de saber para enseñar mejor y montar mejor y que los caballos se sientan mejor conmigo y con mis alumnos-, mas el tiempo transcurrido, ha hecho que me encuentre, hoy, rodeado de libros y artículos de caballos y también de no caballos-.   
  
 


Y voy a dar un repaso sobre otros temas curiosos de la biblioteca. El de la historia del caballo, sobre todo desde su domesticación, es apasionante. Para mí, el libro de caballos español mas importante del siglo pasado es El caballo y su origen” de Raúl Lión Valderrábano. Este y alguno más, me lo regaló mi más que maestro Perico Dominguez Manjón.  Super documentado y muy ameno de leer (para el que le guste el tema). Lógicamente se nota el paso del casi medio siglo desde su publicación. Trabajos recientes (ya de este siglo) muy interesantes, los del equipo de Fernando Quesada Sanz referentes al caballo de la Iberia de la antigüedad clásica. Otro libro interesantísimo del siglo pasado es el del Marqués de la Torrecilla, Indice de Bibliografía Hípica Española y Portuguesa. Perfectamente documentado y excelente libro de consulta.       

El primer texto de caballos que se conoce hasta ahora es El entrenamiento del caballo hititade Kikulis. Es tan breve que hasta hay versión española. Dicho texto se tardó en  escribir cerca de  cien años.  A simple vista, no se nota el paso del tiempo (como hoy con la HVD12). Y es que la noción de cambio en aquella época era muy distinta a la vertiginosa de hoy (según en qué). Otro dato importante de este texto (escrito en tablillas, ni siquiera en papiro, hace 3.350 años aproximadamente):  tengo entendido que es el primer tratado de fisiografía que se conoce. Fisiografía –yo me enteré hace muy pocos años- se refiere a cualquier tipo de entrenamiento (normalmente de atletas humanos), pero dicho más finamente.

Entre Jenofonte (siglo IV a.C.) y Dom Duarte (siglo XV), no se conoce ningún texto de Equitación. Sí que se habla muchísimo de caballos, hasta en libros de Metafísica (ejemplo, el Poema de Parménides; un buen ejemplo aunque sea anterior a Jenofonte) y no digamos en los libros de Historia y en los grandes poemas épicos. La única literatura de caballos de esa época, la de los albeytares, sobre la sanidad del caballo. 

La mejor Historia de la Equitación, para mí, es la de Etienne Saurel (Editions Stock, 1971). Con las correspondientes limitaciones: generalidades sobre la literatura ibérica y germana. Y de nuestra vaquera más vale no hablar. Cantidad de autores “clásicosque hablan de Equitaciones autóctonas, ninguno cita a nuestra vaquera. Como si no existiera (la web de “Jinetes, caballos y horsemanshipnos aporta frases en castellano- de todos los clásicos de la Equitación, sean de la lengua que sean).

Si tengo que destacar a un autor por encima de todos, sin duda, Jean Licart. Es el Nuevo Testamento de la Equitación. Porque es el primero que se deja de superficialidades no se fía sólo de lo que ve- y se dedica a investigar, conocer al caballo por dentro. Nos abre los ojos a  una perspectiva totalmente distinta: no nos dice para que el caballo te haga tal movimiento, tú debes hacer tales gestos, sino que nos enseña: “cuando tú haces tal cosa el caballo te siente de tal manera y su cuerpo, por dentro, funciona así, y no como tú te imaginas”. La imaginación que hay que poner en casi todos los tratados clásicos, en Licart es visión y reflexión. Un buen ejemplo para entender a Licart, creo, sería comparar la medicina moderna con la de hace cien años: hoy a base de grafías (radiografías, ecografías, etc) se eliminan casi todas las dudas (aunque el futuro se encargará de traer consigo nuevas dudas...). Seguirán apareciendo médicos artistas pero, sobre todo, tenemos médicos fiables. Y Licart nos enseña a ser caballistas fiables. Nos ha enseñado el camino para conocer mejor el caballo.

Dejo para próximas ocasiones el seguir hablando de libros. que nos ayudan a mejorar nuestra relación con el caballo. O sea, a ser mejores personas y mejores caballistas.              

Mi consejo a los jóvenes (de espíritu) y con ilusión: sólo después de haber dado el primer paso, lo impensable, e imposible, puede llegar. Para el camino: esfuerzo, concentración y reflexión (socrático total).
 
Paz y espero que le sirva a alguien

4 comentarios:

  1. Me extraña que ante este articulo del Cura, no tengamos ningún comentario, no se puede ser más entendido y trabajador en la materia, ¿quien nos dedicamos a leer a estos autores que el Cura cita,?. No creo que muchos podamos decir esto, aunque yo me puedo vanagloriar de tener uno de estos libros que el Cura me ha cedido.
    Magnifica la biblioteca que tienes Jose Manuel, pero no se de donde sacas el tiempo para leerte todos estos libros, ya que siempre estás de aqui para alla, dando clase y ayudando a tus amigos.
    Que sigas deleitandonos con tus articulos y tus enseñanzas.
    Saludos de tu amigo Gabriel.
    http://ggjineteraid.blogspot.com.es/

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  2. De una de las obras de Pedro Fernández de Andrada, De la gineta de España, hay edición facsímil en la Biblioteca virtual de la Universidad de Sevilla:
    http://fondosdigitales.us.es/fondos/
    Pero es desde luego un autor que habría que recuperar en ediciones modernas –al menos para tableta–, conjugando el rigor editorial con un buen esfuerzo pedagógico y multimedia. El mensaje está servido.

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    1. Acabo de descubrir los comentarios tuyos, Ricardo.
      No te conozco personalmente pero te agradezco tu inestimable colaboración.
      Si nuestro siglo de oro dee las letras es inigualable, estoy convencido que en el tema hípico ocurrió lo mismo. Y no entiendo la ignorancia -incluso en España- de la cantidad de autores que tenemos, y totalmente ignorados.
      Si sigues aportando, te lo agradeceré de todo corazón.
      Con unos meses de retraso, repito, muchísimas gracias. (Y espero que te enteres)

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  3. Mirando con más detenimiento, veo que GoogleBooks ofrece también en línea De la gineta de España, 1599, a partir de un ejemplar de la Biblioteca de Cataluña:
    https://books.google.ca/books?id=8Biw44zCmzwC

    Asimismo en GoogleBooks, De la naturaleza del cauallo, 1580, a partir de un ejemplar de la Universidad Complutense:
    https://books.google.ca/books?id=VjMl9zUcE24C

    Sobre el conjunto de las obras de Pedro Fernández de Andrada y los muchos ejemplares papel disponibles, consúltese el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español:
    http://gl.www.mcu.es/bibliotecas/MC/CCPB/
    RSD

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