miércoles, 22 de junio de 2016

ENCAPOTAMIENTO




Siguiendo con el estudio del balancín del caballo y aprovechando la polémica suscitada por el empleo desmesurado de lo que ahora se llama “rollkur” (versión europea) o “hiperflexión” (versión castellana), y que toda la vida se ha llamado “encapotamiento”, quiero dar mi versión de las posibles causas que lo producen y que poco , o nada, se habla de ellas. Pero que existen. Desgraciadamente sólo se habla de las consecuencias. Incluso la FEI ha tomado cartas en el asunto poniendo limitaciones pero no hablando de causas y sus soluciones, lo que demuestra, creo, que el bienestar del caballo para ella, la FEI, son palabras vacías porque ni se plantea qué siente el caballo.
¿Cuáles son esas causas que todo caballista debe tener en cuenta, creo, para poder corregir el problema desde su raíz?
.- Control. Junto con la comunicación, son los pilares sobre los que se asienta  toda relación entre dos organismos vivos, y que en nuestro caso son el  hombre y el caballo. Son condición sine qua non.( Esta es la razón fundamental, aunque no la única, de por qué hay tan pocos mamíferos domesticados. Y desde luego, en cuanto a lo que ha supuesto para la Humanidad, como el caballo, ninguno). Pero hay un control respetuoso y un abuso de control.



   La hiperflexión, o encapotamiento, es una llave de jiu jitsu de un poder increíble. El  caballo, a pesar de todas las irracionalidades (eufemismo de barbaridades) que hemos cometido con él a lo largo de la Historia, ha seguido mostrándonos su buenísima buena voluntad sin dejar de colaborar con el hombre por muy encapotado que lo trabajemos. Seguimos, queramos o no, cometiendo el mismo error que denunció DESMOND MORRIS en el siglo pasado: “Si el perro es el mejor amigo del hombre, al caballo hay que considerarle como el mejor esclavo del hombre” Lo malo es que sigue siéndolo, sobre todo en la disciplina de Doma, porque existe el convencimiento de que todos los trancos deben estar rigurosamente controlados. (En cambio, en la disciplina del salto, los trancos previos al salto son , utilizando la expresión de BAUCHER, “colocar y dejar hacer”, fácil de decir y difícil de hacer. Pero es lo que debe ser). Como también debiera ser el uso racional del control en lugar del abuso del mismo.
 DOMINIQUE OLIVIER dice que “para el jinete, el balancín es incontestablemente la pieza más difícil de controlar y manejar”. Y cita a BAUCHER: “Es evidente que todas las defensas se manifiestan a través del cuello y que su flexibilización y su buena posición, deben ser nuestra primera ocupación”. Más adelante sigue diciendo D. OLIVIER:
“El balancín constituye pues un notable medio de expresión y el caballo se sirve abundamente de él para comunicar. Los movimientos del balancín son numerosos y diversos, y los mensajes que vehiculan son siempre ricos en información. El jinete para quien los movimientos del cuello no significan nada, no comunica con su caballo”, A ello habría que añadir que las manos del hombre normalmente desplaza objetos cuya masa apenas supera el kilo, cuando la masa del balancín del caballo supera con creces los sesenta kilos (25 kilos la cabeza y 40 kilos el cuello, aproximadamente. En torno al diez por ciento del peso del caballo).
La manera más fácil de controlar la situación es, como decía antes, haciéndole una buena llave de jiu jitsu.  O sea, encapotándolo. (Al caballo lo convertimos en esclavo)   

.- La cabeza, una pieza compacta que mide casi medio metro de largo, seamos conscientes o no,   se mueve  en torno a dos ejes de rotación:
La nuca gira en torno a la articulación cérvico torácica, que está más de un palmo por debajo de la cruz y justo delante de los omoplatos. El radio de giro son las siete vértebras cervicales
La boca, situada en el otro extremo de la cabeza del caballo, gira en torno a la mano del jinete que viene a estar colocada aproximadamente un palmo por encima de la cruz. El radio de giro es la rienda.





 
Primera constatación: ambos ejes están invertidos y sus radios cruzados: la nuca, punto más alto de la cabeza del caballo, gira desde el eje inferior –articulación cérvico torácica- y la boca, punto más bajo de la cabeza, gira desde el eje superior, la mano.
Segunda constatación: Un eje es fijo, el inferior  -la articulación cérvico torácica- y el eje superior es móvil, la mano.   
Tercera constatación: Movilidad de ambos radios. Las siete vértebras cervicales que hacen de radio de giro de la nuca, aún siendo el segmento cervical el más móvil de la columna vertebral del caballo, su movimiento de flexión extensión –el que aquí y ahora nos interesa- es siempre el mismo. En cambio, las posibilidades de movimientos del radio rienda son muchísimo mayores. (Siempre y cuando no nos empeñemos en fijar la mano)
La conclusión de esta segunda causa: sólo conociendo lo que realmente hacemos, lo que siente el caballo no lo que nosotros imaginamos, nuestras acciones de manos se irán aproximando cada vez más a lo que deben ser. Me voy a referir sólo a lo que nos muestran las articulaciones del balancín (recuerdo las tres principales: mandíbula, nuca y base del cuello): según cómo las hagamos funcionar, los grupos musculares concernientes, mas fascias, tendones, ligamentos (de los que pocos cambios podemos ver), funcionarán correctamente si manejamos adecuadamente los resortes del balancín.



Ya dije que las vértebras cervicales forman una “S” con ocho articulaciones que le permiten, para el caso que nos ocupa, estirarse o encogerse. Y nuestra referencia es la nuca. Para que ésta baje o avance, la “S” tiende a enderezarse, luego el cuello se estira. ¿Y qué hace la mano que aguanta la parte inferior de la cara? Lo correcto es que la boca del caballo avance también de acuerdo con la nuca, bien adelantando la mano o bien dejando resbalar las riendas entre los dedos. Ver figura III. Pero si esto no lo tiene en cuenta el jinete, la boca se queda a la misma distancia de la mano solo que más baja por el avance de la nuca. Ver figura IV. Conclusión: el balancín deja de funcionar bien y se retuerce para encogerse. Y vemos lo que vemos: encapotamiento. Pero lo peor es lo que siente el caballo: desparece el gesto confortable y económico porque, en absoluto, es ergonómico. Conclusión: el eje móvil que es la mano del jinete debe acomodarse en todo momento a la posición correcta del balancín, cuya referencia más visible es la nuca. Y, como decía más arriba, las articulaciones que está manejando de continuo la mano del jinete son tres fundamentalmente: mandíbula (témporo mandibular), nuca (atlanto occipital) y base del cuello (cérvico torácica). Las otras seis del cuello dependen directamente de estas tres. En el encapotamiento suele verse la flexión excesiva de la C2/C3.

.- papel de la articulación de la nuca: no es que sea la más importante del balancín, sino que además de ser la más visible es de la que se sirve el caballo para protegerse de las agresiones  de las manos del jinete especialmente. D. OLIVIER añade otro dato importante a tener en cuenta: el brazo de palanca existente entre filete y/o bocado y la última articulación de la cabeza del caballo, o sea, la nuca. Como decía antes, buscando el caballo protegerse de una incorrecta acción de la mano, bloquea la mandíbula y afloja la nuca por la mayor potencia –mayor largo- de su brazo de palanca. La consecuencia lógica, y más normal, es el encapotamiento. Y el jinete muchas veces sigue creyendo que está actuando sobre la mandíbula del caballo.
Otra dificultad añadida del manejo de la nuca es cuando la cara se queda por  detrás de la vertical, lo que normalmente llamamos dejarle detrás de la mano (paso previo al encapotamiento): hay que cambiar radicalmente la acción de la mano, abrir el codo y relajar el brazo ( importantísimo habituarse, mejor, educarse a cambiar la tensión del brazo) y dejar que la boca del caballo se ponga por delante de la nuca para que el caballo pueda subir correctamente su cara: Si se quiere desencapotar a base de tirar de las riendas hacia arriba, lo que se hace es encapotarlo más.





El primero en citar –y dibujar- los dos ejes de giro de la cabeza del caballo es JEAN LICART.  Como también fue el primero en dejarnos bien claro el papel de las tres articulaciones  más importantes del balancín: mandíbula, nuca y base del cuello (y unas cuantas cosas más).
Mi sobrino GONZALO PONS se ha encargado –como siempre- de los dibujos para visualizar mejor lo que he escrito
Sobre este tema, y desde otro punto de vista, dos interesantes artículos de LUCY REES publicados en esta misma revista: La hiperflexión y La tensión





Paz y espero que le sirva a alguien  

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo.El que sabe manejar el balancín toca el violín,el que no, toca el tambor.Abrazos,curita.

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