miércoles, 26 de marzo de 2014

EQUIVAL – Presentación



 

Revista Ecuestre de la Comunidad Valenciana

 


Aprovecho la ocasión que me brinda Fede Borredá para escribir en la revista hípica de mi tierra y poder poner a la disposición de mis paisanos –y no paisanos- mi experiencia con los caballos de mas de dos tercios de siglo.
Como tal experiencia personal,  presentaré una visión de la equitación que, seguro, no va a contentar a todos, pero sí espero que ayude a muchos, sobre todo a la gente, joven y madura, verdaderamente ilusionados con el caballo (por no decir apasionados del caballo; añado, entre los cuales me considero).
Normalmente se me encasilla en la disciplina del salto –de algo hay que vivir-, pero sigo diciendo que en lo que realmente soy experto, porque es a lo que mas horas le he dedicado, es en Fundamentos de la Equitación.
Por eso pienso que en esta revista debo escribir sobre lo que yo entiendo que son los Fundamentos de la Equitación, y en un lenguaje, en castellano puro, lo mas asequible posible para todos lo lectores.  Procurando poner ejemplos próximos  a nuestra vida cotidiana.
¿Qué son los Fundamentos de la Equitación?
Tan sencillo como el equivalente a los de una catedral. ¿Qué es lo que nos gusta de una catedral? lo que vemos. Y en las góticas, cuanto más arriba miramos, mas nos gusta. Pero esa visión no sería posible sin una buena base, que aguantara todo lo que vemos y, sobre todo, durante muchísimo tiempo. (PEDRO FERNANDEZ DE ANDRADE, en su magnífico libro –sí, magnífico- “De la Gineta de España”, dice: “casa sin cimiento, se cae presto”)
 Lamentablemente, en nuestro número del caballo, las prisas (¿quién no tiene prisas hoy en día? o, ¿a quién no le acucian?) nos hacen prescindir de conocimientos básicos, o de fases que se debieran asentar sólidamente en la construcción de nuestra “propia catedral” hípica. Yo, desde este púlpito laico, me voy a referir a los conocimientos.
Se impone otra aclaración: ¿qué entiendo yo por Equitación? Porque no es la misma relación la que se tiene con el caballo montado, que enganchado o en libertad. Yo voy a hablar/escribir del caballo montado, con el que nos relacionamos a través de nuestro equilibrio y tacto y, mínimamente, de la voz. Las otras formas de relacionarse con el caballo –enganche, doma natural-, dependen de otros sentidos.
Lo primero que nos planteamos a caballo, consciente o inconscientemente es, no sólo en qué términos debemos establecer esa relación, sino también la necesidad de control del caballo que nos lleva. Relacionarnos con gente de nuestra propia lengua y cultura es muy fácil, por la sencilla razón que se nos ha estado educando desde nuestra mas tierna infancia. Y lo consideramos como lo mas natural. ¡Con la cantidad de horas de formación (familia, escuela, deporte, etc) que nos ha llevado!. Pero con el caballo no utilizamos la palabra, gestos, incluso entonación como con las otras personas, sino nuestro propio equilibrio y nuestro tacto. Y estos sentidos sólo los tenemos educados para nuestras necesidades cotidianas…. que no tienen nada que ver con la equitación, o sea, con el caballo montado. A esto añadimos la necesidad de control (es mas, en todo momento y en todo lugar). Lamentablemente, la solución fácil a la relación y control, es el uso –y abuso- de la fuerza. Es lo que hemos visto a lo largo de la Historia sobre lo que se ha hecho con el caballo, desde su domesticación hace 5000 años aproximadamente,  hasta hace menos de tres siglos en que se empezó a dulcificar las embocaduras y espuelas.
Pero desde que el caballo, a mediados del siglo pasado, pasó de ser un instrumento de trabajo muy importante para la humanidad a abrirse camino para ocupar un puesto tambien importante en nuestro tiempo de ocio, la relación/control que existe entre caballo/humano –y que perdura desde que nos montamos hasta que nos bajamos del caballo-, ha evolucionado y para bien del caballo. Cada vez se habla menos de sumisión – en el sentido peyorativo-, y mas en términos de colaboración humano/caballo. Seguimos siendo dependientes de la relación y el control, pero sobre bases totalmente distintas. Si algo nos ha demostrado el caballo a lo largo de la historia, ha sido su espíritu de colaboración que nos ha permitido llegar a donde hemos llegado hoy en día. Y el hombre, lo ha convertido en su esclavo. Incluso hoy, en pleno siglo XXi en que se nos llena la boca de buscar el bienestar del caballo, de hecho, seguimos tratándolo demasiadas veces como esclavo. Por lo menos, la posibilidad de un planteamiento nuevo existe. Empiezo por la relación. Insisto, con el caballo montado.
El instrumento del que nos servimos –nos relacionamos- en nuestra práctica deportiva, el caballo, también piensa, aunque de una manera totalmente distinta a la nuestra y por dos razones fundamentales: la primera porque, como animal, no puede razonar (carece de lóbulo prefrontal, cerebro pensante) , luego ni tiene sentido moral ni del tiempo. Segundo, el caballo es la masa transportadora y nosotros somos la masa transportada. Esto es fácil de entender si reflexionamos  o recordamos situaciones parecidas, como llevar a un niño a hombros o en brazos, por gusto y también por necesidad. Y la forma de relacionarnos –la  comunicación-, como decía antes, es a través del equilibrio y el tacto. Pero no es el equilibrio de cada día, como cuando caminamos o corremos en que depende de nuestros pies el apoyarnos en el suelo y la información que recibimos del mismo es a través de las plantas; sino el equilibrio a caballo, en el que el “suelo” sobre el que nos apoyamos es móvil, y en lugar de hacerlo sobre  los pies, lo hacemos sobre el culo –lo correcto será sobre los isquiones- y la información que recibíamos de la planta de los pies ahora la recibimos a través del culo –o asiento, como se dice vulgarmente-. Lo que mas nos afecta es la inseguridad por falta de práctica….. y por ser una masa transportada. De ahí, la necesidad –perentoria-  de control.
¿Quién no ha pasado miedo cuando nos han llevado a hombros? ¿Quién no ha pasado miedo yendo de copiloto en un coche o de paquete en una moto?, y no digamos ¿quién no ha pasado miedo en el avión? El motivo de todos los miedos es, siempre, el mismo:  nos llevan –somos masa transportada-, y no somos nosotros los conductores –controladores- del vehículo. El problema a caballo, es exactamente el mismo. Las dos soluciones extremas, porque no necesitan educación –son puramente instintivas-, son el abandono (porque, o cuando, no hay peligro) por un lado,  y la utilización de la fuerza por otro. En medio está la solución buena, la educada y que, como dice el CONDE D’AURE:
“Conocer al caballo para montar mejor, y montar para conocerle mejor”
Pero SAN AGUSTIN, que no era caballista pero sí gran conocedor de la naturaleza humana, al hablar de su relación divina –y que podemos trasladar a nuestra relación con el caballo-, decía:
Conocerte, conocerme
Que, para nosotros, supondría:
Conocer al caballo, pero también conocernos a nosotros mismos.
Lamentablemente, de la famosa frase del templo de Apolo, en Delfos, sólo se recuerda la primera parte y que, toda ella, nos sirve como caballistas, desde el debutante hasta el experto:
Conócete a ti mismo. Nada en exceso.
Seguiremos hablando del caballo y del caballista. Paz   

 http://www.equi-val.com/

martes, 11 de marzo de 2014

ENSEÑAR/EDUCAR EN LA EQUITACIÓN



   Desde el principio de los tiempos, la metodología para la enseñanza de la equitación ha variado muy poco. El profesor/a situado en el centro de la pista cuenta al alumno sus conocimientos y el alumno/a escucha, intentando asimilar lo que puede así como  reproducir sobre el caballo aquello que cree entender de lo que se le está narrando.

   Se trata de un proceso, generalmente unidireccional, en el que el maestro/a suele recibir el feed-back sobre todo, observando cómo evoluciona el caballo y haciendo, en función de sus observaciones las indicaciones y correcciones que considera oportunas.

   En la mayor parte de las ocasiones no hay una especial preocupación por parte del que enseña por los procesos mentales que el alumno/a está realizando ni del grado de asimilación de lo que está pasando. El alumno/a, se limita generalmente a reproducir las continuadas órdenes que va recibiendo, y que en la mayor parte de los casos no comprende, dándose profesor/a y alumno/a por satisfechos cuando el caballo realiza el gesto técnico que el docente está buscando. La sesión se da por concluida, independientemente de que el alumno/a haya comprendido, ni mucho menos  interiorizado. lo que acaba de ocurrir.

   De esta manera, consideramos un buen alumno/a, a aquel/aquella que es capaz de reproducir como un autómata sobre el caballo aquello que le vertemos  sin hacerse grandes cuestionamientos y creyendo a pies juntillas todo aquello que se les indica. De esta manera no es raro ver a jinetes con un alto grado de perfección técnica, que tendrían graves dificultades en explicar  o justificar aquello que están realizando.

   Normalmente, este proceso de enseñanza-aprendizaje es fruto de la improvisación y de la necesidad inmediata del caballo, que con suerte, será el adecuado para las necesidades del alumno/a. Si no es así, nos adaptamos a lo que el caballo necesita y ya está.

   Pero… existen otras formas de enseñar/educar en la equitación. Existen numerosas y variadas teorías sobre la educación,  que lejos de sustituir a aquellas que están establecidas, pueden aportarnos a profesorado  y alumnado  estrategias para lograr un mayor acercamiento y comprensión del  mundo ecuestre. 

   En esta introducción me daría por satisfecho si lograse despertar algún tipo de inquietud sobre el tema entre aquellas personas que se encuentren inmersas en el proceso de enseñanza-aprendizaje del mundo ecuestre. El primer paso es plantearnos que existen otras formas de enseñar-educar y  sentirnos motivados a investigar sobre ello.



Paz.

Marcos Núñez García-Delgado

jueves, 6 de febrero de 2014

EQUIPO OCURRENCIAS

Hola, soy José Manuel Sales, “El Cura”. Como creador y administrador del blog ”Ocurrencias hípicas” os informo que se ha creado un grupo de trabajo denominado “Equipo Ocurrencias” y que está formado por un notable elenco de antiguos alumnos míos. Todos ellos actualmente son profesionales, y están vinculados de un modo u otro al mundo hípico e ilusionados por ampliar y difundir sus conocimientos sobre el caballo y la equitación en sus múltiples y variadas facetas.
Nuestro principal objetivo es crear un foro en el que podamos compartir experiencias y conocimientos bajo la filosofía de que mediante la excelencia, y ofreciendo lo mejor de nosotros mismos, estaremos aportando valor, y seremos capaces de generar interés en un conocimiento más profundo del caballo y del deporte hípico.
Esta labor no se consigue fácilmente si no se cuenta con un gran equipo humano conocedor de la exigencia de un trabajo de calidad y un compromiso de permanencia. De modo que, a partir de ahora, se irán publicando en este blog las primeras aportaciones de este nuevo proyecto.
El “Equipo Ocurrencias” está integrado por los siguientes profesionales:

FERNANDO ACEDO LLUCH. Abogado, especialista en derecho hípico. Ha competido durante 18 años en concursos de Salto de Obstáculos bajo la tutela de su segundo padre, José Manuel Sales “El Cura”. También ha ejercido como Juez Territorial de salto.
Cuenta con experiencia en la resolución de conflictos jurídicos relacionados con la actividad hípica, al haber trabajado para la Real Federación Hípica Española, la Real Federación Española de Polo, el Comité Organizador de los Juegos Ecuestres Mundiales, Jerez 2002, la Federación Andaluza de Hípica, la Federación Hípica Balear, la Federación Hípica de Galicia, la Asociación Española de Gentelmen Riders, la Asociación Nacional de Doma Vaquera, la Federación Nacional de Asociaciones de Acoso y Derribo, la Asociación de Alta Escuela Española, el Real Club Pineda de Sevilla, la Real Sociedad Hípica de Granada, el Marbella Club Hípica y otros tantos Clubes, empresas y centros ecuestres de toda España.
Desde el año 1999 viene escribiendo en las mas prestigiosas revistas especializadas, como son la Revista Ecuestre, Revista Trofeo Caballo, Revista Galope, Revista del Club de Enganches, Revista de la Asociación Nacional de Doma Vaquera, Revista de la Federación Andaluza de Hípica, Revista el Caballo y el Toro, en las que ha publicado numerosos artículos, además de mantener una sección de consultas legales para sus lectores. Es autor del libro “Conflictos Legales en los Deportes Hípicos” (editorial Reus). Actualmente dirige la plataforma web www.abogadohipico.es.

JORGE CID SÁNCHEZ. Licenciado en Veterinaria por la Facultad de Veterinaria de la Universidad de  Córdoba, dedicado a la clínica equina. Vet de tratamiento FEI, participando de Campeonato de Europa de saltos YR/J/Ch 2013 y Sunshine Tour. Interés Específico en podología Equina y medicina del deporte.

CARLOS HERNÁNDEZ LÓPEZ. Ingeniero Agrónomo. Jinete amateur y apasionado de los caballos desde que tiene uso de razón. Alumno de José Manuel Sales desde hace más de un cuarto de siglo. También padre e hijo de alumno de J.M.S. “El Cura”, con el que han practicado y disfrutado en la disciplina de salto de obstáculos participando con éxito en numerosas concursos hípicos nacionales. Encargado desde hace varios años de la biblioteca y documentación de J.M.S. “El Cura”.

FÉLIX LARA CANOVACA. Ingeniero Agrónomo. 31 años, natural de Palma del Río donde ejerce como profesional independiente.
Jinete practicante de varias disciplinas hípicas y apasionado de los caballos y del estudio de todo lo relacionado con ellos. Alumno de José Manuel Sales y aspirante a enseñante de los fundamentos de la equitación y biomecánica, materias a las que ha dedicado su estudio en los últimos años adquiriendo importantes conocimientos.

TOMÁS MATEO CUBERO. Amante del caballo en su variante más amplia, más amigo de la monta en el campo que en la pista. Su afán de conocimiento por la historia del caballo, le lleva a cursar la carrera de Estudios Árabes en la Universidad de Sevilla para profundizar en la historia del caballo árabe, origen de la mayoría de razas actuales.
Juez de doma vaquera por la FAH, escribe artículos en la revista Galope sobre el caballo árabe y ha dirigido y presentado durante el 2013 el programa de radio Hijos del Viento, desde el que se han difundido los valores de la Equitación y un conocimiento general del caballo.
Últimamente se viene interesando por el estudio de la mente equina, y los procesos de aprendizaje del ser humano que intervienen en la Equitación. Ha practicado numerosos deportes y Artes Marciales, y defiende la importancia de la forma física de la amazona y el jinete así como la realización de ejercicios pie a tierra que complementen al trabajo de monta. Acérrimo defensor de la Equitación como forma de vida y fuente inagotable de valores para los jóvenes.

FERNANDO MOROTE IBARROLA. Ingeniero Agrónomo. Nacido en Sevilla hace 46 años. 
Comenzó a montar a caballo desde muy joven con maestros como Antonio Ignacio Vargas, Enrique Bidón, Rafael Jurado, Jesús Píriz y sobre todos ellos, José Manuel Sales.
Su andadura como jinete se inicia en las disciplinas de monta española y doma clásica en la que llegó a participar en diferentes competiciones nacionales llegando a entrenar caballos de importantes y afamados jinetes. Posteriormente practicó la disciplina de salto de obstáculos, en la que ha competido en numerosos concursos nacionales celebrados en los diferentes clubes de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Es un apasionado por la biomecánica y la genética del caballo, materias en las que viene realizando desde hace varios años un profundo estudio.

MARCOS NÚÑEZ GARCÍA-DELGADO. Maestro de educación especial, técnico deportivo en equitación nivel  2 y diseñador nacional de recorridos de saltos de obstáculos. Natural de Jerez de la Frontera.
Ha practicado la equitación durante más de 35 años, muchos de los cuales ha estado dedicado a la competición de saltos en la que ha participado con éxito en numerosos concursos nacionales.
Ha sido director de la escuela de equitación en varios centros ecuestres, realizando labores de entrenador de caballos y profesor de alumnos para concursos hípicos. Discípulo practicante de las enseñanzas de José Manuel Sales Pons desde que lo conoció  en el año 1991.
Actualmente compagina la enseñanza de la equitación con el diseño de recorridos para concursos de saltos de obstáculos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

SALTO: SOBRE EL ENTRENAMIENTO. Publicado en la revista Galope nº72


Familia Sanchez-Pedreño Jimenez en el gimnasio de la Fundación Caballo Amigo


No pretendo exponer un método de trabajo, sino mas bien plantear las cuestiones que normalmente se presentan a los practicantes de esta disciplina –intentando ir al fondo de las mismas- , y aplicar soluciones posibles.
Objetivos: los marcados por el estudio que se hizo en la Universidad de Upsala hace 10 años, y que se reducen a los siguientes  cuatro principios:
1º.- Carácter centrado: que quiera ir al salto en calma
2º.-  Habilidad en el galope para alargar y acortar el tranco sin perder el equilibrio en ningún momento
3º.- Batida explosiva
4º .- Técnica del salto: línea superior redonda y espaldas yendo hacia delante
A estos cuatro puntos, lógicamente, hay que añadir la forma física correspondiente y propia de la disciplina del salto
El caballo que de natural posee todas estas características, es el caballo que normalmente “vale una pasta, o un pastón” como normalmente se dice el argot hípico.
Lo que no cabe duda es que la mayoría de caballos que vemos en nuestra competición nacional son bastante mejorables, si somos capaces de darle el trabajo mas adecuado.
Yo imagino que dentro de unos años las técnicas de entrenamiento de los caballos se parecerán mucho a las de los atletas humanos. Y, puestos a imaginar, pienso que las especialidades que más nos aportarán a nuestra disciplina  serán el lanzamiento de jabalina y el salto con pértiga. Luego aclararé este tema porque, creo, debo de hablar previamente del que le precede.
Pienso que para el caballo es muy beneficioso definir tres tipos de trabajo distintos: de aula, de gimnasio y de pista
Familia Sanchez-Pedreño Jimenez en el gimnasio de la Fundación Caballo Amigo

A)     Trabajo de aula: que el caballo esté receptivo y tranquilo. Es la mejor manera de resolver un problema que suele ser, en muchos casos, el pan nuestro de cada día: el caballo está pendiente de su entorno menos de lo que debe y no nos permite trabajarle como quisiéramos. Y es que resulta difícil darse cuenta de que estamos pidiendo dos cosas a la vez ¡o resolver dos problemas! Tanto el caballo como nosotros sólo podremos hacer las cosas bien si primero resolvemos un problema y, a continuación, el otro. El caballo porque su inteligencia no le da para más –es como un niño sin uso de razón- porque ni razona ni tiene sentido del futuro. Ambas cosas nos interesa tenerlas siempre bien presentes. Y el motivo es bien sencillo: como el resto de los animales, y a diferencia de los humanos, carece de corteza prefrontal. Un ejemplo muy corriente: caballos que salen del box rebosantes de energía y difíciles de controlar al principio, y que acaba siendo finalmente una pelea. La mejor solución es darles cuerda durante 15 minutos pero no sólo para que se desfoguen, sino que lo hagan con control, incluso con disciplina. Me explico. Los primeros minutos se le deja galopar pero con la rienda tensa para que note, si no control, sí que se dé cuenta que no puede hacer todo lo que quisiera. Y yo soy partidario de mantener un radio constante. Lo cual es bien fácil: mantener la cuerda con el mismo largo todo el tiempo y no mover un talón nuestro para girar sobre él. Pronto se acostumbran a mantenerse sobre el mismo círculo (y nosotros a no mover un talón), con lo cual no van tirando de nosotros sin ton ni son. A los pocos minutos el caballo quiere ponerse al trote; no hay que consentírselo. Obligarle a que mantenga el galope una o dos  vuelta más y, entonces sí, pedirle que se ponga al trote. Mantenerle a este aire y de vez en cuando que dé dos o tres vueltas al galope. Así al menos diez minutos sin dejarle que  caiga al paso nada más que para cambiar de mano: desahogo pero también disciplina. Y sin agobiarle en ningún momento; sólo que sepa qué debe hacer. Si sigue sobrado de energía a los diez minutos, seguir otros cinco minutos con el trote y galope sin consentirle que baje al paso. Mínimo, un trote corto y relajado, pero sin olvidar la disciplina. Y la precisión sobre un radio constante. Esto me permite ver la senda que marca el caballo y contarle los trancos de galope que da en cada vuelta……….. que suele ser siempre el mismo cuando el caballo ya está habituado, en lugar de ir dando tumbos por la pista. Es cuestión de muy pocos días de esfuerzo. Y si el caballo da siempre el mismo número de trancos en cada vuelta, me está diciendo que su equilibrio y su ritmo no varían. Y la cuerda, con dos dedos y tensión constante. Es cuestión de práctica, o sea, repetir y repetir sabiendo que al principio va a salir un churro. De esta manera, cuando nos montemos, nos encontraremos, normalmente, un caballo receptivo. Tal vez al principio siga sin concentración, mas bien despistado, y atento a cualquier cosa menos a nosotros, en cuyo caso creo necesario concentrarse en la concentración, valga la redundancia. Fundamental, corregir evitando el castigo, pero sin dejar de corregir, pidiendo algo que pueda y deba hacer en ese momento. Por ejemplo: que no se desvíe del trayecto que tenemos previsto por la pista y que mantenga el aire, normalmente empezamos por el paso, si no hay cambio de orden. Cuando empezamos a valorar estos detalles –que para el caballo no son tales, porque es una cuestión de disciplina-, es cuando realmente progresamos en nuestra equitación: damos importancia a lo que sí es importante para el caballo aunque a nosotros no nos lo parezca. A esto yo lo llamo “ganar sin luchar”. Con los años lo tengo mucho mas claro y, para mí, es uno de los principios fundamentales en nuestra relación con el caballo. El pesa diez veces mas que yo y en los momentos de desacuerdo, siempre, utilizará la fuerza (de una manera mas o menos peligrosa para mí) porque, como apuntaba mas arriba, carece de razón . Pero yo tengo bien claro que he de utilizar mis conocimientos para convencerle. Y como el caballo sigue siendo caballo , cuando utilizamos argumentos convincentes -fortaleza mental y también de piernas para mantenerle en el movimiento hacia delante-, acaba colaborando. Ha sido, y sigue siendo, su sino desde que el hombre lo domesticó. DESMOND MORRIS, empieza su estupendo libro “El Caballo, comprenderlo y entenderlo”  (editorial Plaza y Janes) diciendo:“Si el perro es el mejor amigo del hombre, del caballo podría decirse que es su mejor esclavo”.  Mas de un siglo antes, BAUCHER nos dijo:
“que el caballo crea que es nuestro amo para que acabe siendo nuestro esclavo”. ¡Qué razón tenía!El trabajo de aula no se refiere a un lugar sino a un concepto: preparar al caballo mentalmente para el trabajo que tiene que realizar: estar atento a su jinete y no tener la mente dispersa, afectándole todo lo que pase a su alrededor. Los caminos del caballo no son nuestros caminos, pero hay que predisponerle a ello dedicándole los primeros minutos del trabajo cotidiano. Para entender mejor al caballo, recomendable “La Lógica del Caballo” de LUCY REES,  editado por Lettera       

 Familia Sanchez-Pedreño Jimenez en el gimnasio de la  Fundación Caballo Amigo

 B)      Trabajo de gimnasio: En principio no debiera extrañarnos. ¿Qué atleta no pasa horas trabajando en el gimnasio? ¿y por qué el caballo no? Barras en el suelo para entrenar la propiocepción, cavaletti (salto pliométrico) subir y bajar cuestas para fortalecer grupos musculares que deben ser explosivos en el salto, subir banquetas al paso sobre distintas pendientes, en las que el caballo utiliza su cuerpo como en el salto pero sin la recepción brusca (además de ser un ejercicio pliométrico), carril para hacer paso atrás hacia arriba, etc, etc y mucha imaginación (por ejemplo, enseñar un esbozo de piaffe, incluso de levade). El caballo es un atleta y como tal hay que entrenarlo.  Al principio de esta lección hablaba de las similitudes del salto a caballo con el lanzamiento de jabalina y el salto con pértiga. Al igual que el lanzador de jabalina que corre hacia la línea de lanzamiento pero en las últimas zancadas echa el peso hacia atrás, también el caballo debe galopar hacia el salto echando el peso atrás en los trancos previos a la batida, y si estos además, son un poco saltados (doblando mas las rodillas), estará anticipando –preparando- el esfuerzo de la batida. De ello he hablado en la lección anterior (revista Galope nº 71). A partir de este momento, la batida y la parábola del salto se parece mas al salto con pértiga, en cuanto que tiene que haber una perfecta sincronización atleta-pértiga, la misma que debe haber entre jinete-caballo. En nuestro número, incluso en la élite, aún se está lejos, creo, de la perfecta sincronización caballo-jinete. Y ya no digamos del entrenamiento pormenorizado del atleta caballo, cuando sus necesidades son parejas a las de cualquier atleta; y el hecho de ser caballo no le exime de un entrenamiento riguroso. Un libro muy interesante sobre este tema y, además traducido al español, es “Forma Física Equina” de JEC ARISTOTLE BALLOU, y publicado por la editorial TUTOR. 
C)      Trabajo en pista. Este es el que mas se conoce porque es el que mas se trabaja (casi diría que exclusivamente). Y también casi me atrevería a decir que con criterios obsoletos. Y lo primero que hay que desterrar es el concepto de que hay que buscar en el trabajo cotidiano el natural del caballo, lo cual se contradice con el caballo atleta. Otra cosa, y ésta sí muy importante, es ser respetuoso y responsable con el caballo. Para mí, el libro mas importante sobre este tema es “Conditioning Sport Horses” de HILARY M. CLAYTON. Como complemento ideal, los escritos de DEB BENNET. Lamentablemente, todo en inglés
En el próximo número de esta revista seguiré profundizando en este tema  

 Paz y espero que os sirva a alguien 

Fundación Caballo Amigo