viernes, 24 de diciembre de 2010

ACERCA DE LA RAMITA EN EL SUELO

Es de lo que me sirvo para enseñar a llegar a la distancia correcta en el salto. Y no falla.

La razón -o las razones-?, se me ocurren dos:

1ªLa mirada: parece ser que es muy importante en el salto, pero resulta que hoy en día ya nos vamos convenciendo de que no hay que mirar al salto. El mejor ejemplo en España, nos lo da Margaret Mollet. Al primero que recuerdo que nunc a miraba el salto en entrenamiento fué, por el año 65 del siglo pasado, al insigne Alfonso Queipo de Llano cuando entrenaba en la Escuela. Posteriormente, Michel Robert, Sally Swift y más, nos dicen que hay que utilizar la mirada panorámica ante el salto en lugar de la focal.
Pero los que me han aclarado lo que es la mirada humana, han sido Berthoz -citado por Dominique Olivier en uno de sus magníficos libros sobre caballos- que dice: "en lugar de mirar a dónde va, el individuo va a donde mira". Primer dato importante. Y el otro es Zutt, del que leí -no era un libro de caballos aunque me reveló algo importantísimo-: "Zutt ha llamado la atención acerca del hecho de que, cuando un sujeto mira un objeto en el espacio, su yo está más en el objeto mirado que dentro, por así decirlo, de su propio espacio corporal. La acción, pues, de mirar parece rebasar los propios límites de la corporalidad". Ejemplos que todos hemos vivido: cuando alguien se pega una nata a caballo -o vemos dos coches chocarse-, siempre nos impresionamos. Por qué? porque la mirada nos pone en en el lugar del accidente o del accidentado. Otro ejemplo: al ir hacia el salto, muchas veces se tiene la sensación de atropellarlo. ¿Por qué? porque nuestra mirada nos lleva a donde miramos, o sea, que acabamos llevándonos la barra con los dientes. Como cuando, conduciendo,vemos algo en la carretera que queremos esquivar y acabamos pasando por encima.

2ª razón: Cuando saltamos a caballo, es muy normal hacerlo con criterios humanos. Me explico: cuando saltamos, seamos especialistas o por simple necesidad, siempre lo hace el humano desde el pie del obstáculo. Más que una parábola, el humano lo que describe en el salto es una especie de elipse: sube verticalmente, pasa el obstáculo y vuelve a bajar también verticalmente. En cambio, el caballo, lo suyo es hacer o describir un parábola totalmente curva, incluso un poco aplanada. O sea, totalmente opuesto a lo natural para el hombre. Por eso vemos en muchos recorridos de aficionados, sobre todo en los verticales, meter un tranco de más para meterlo debajo, lo que para el caballo es totalmente antinatural.

Conclusión: como ya sabemos que la distancia ideal de la batida de un caballo es, para un vertical, una vez y media dicha altura, si ponemos una ramita a la distancia correcta y la miro, la mirada me llevará a ella con un error mínimo. Después de un montón de repeticiones, en entrenamiento, en todos los saltos, una barra de llamada a un metro del pie del salto. No exagero. Y no mirar nunca la barra para no ser atraído por ella. Esta sí que es una atracción fatal. Para los fondos, la distancia de batida ideal es muy poco más corta.

Otro consejo: Muy importante pasar barras en el suelo pero, mirando más de medio metro por delante de la barra, buscando una batida que nos parece lejos. Pero que no lo es.

Paz y espero que te sirva, Israel. Y a alguno más...

3 comentarios:

  1. FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO HIPICO 2.011!!!

    ResponderEliminar
  2. FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO CABALLAR 2.011!!!

    ResponderEliminar
  3. Me reitero, que suerte tengo de tenerte cerca y poder disfrutar de tus clases semanalmente pues, cuando leo tus entradas en el blog casi siempre te las he escuchado antes de viva voz. Leerlas me ayuda a asentar las ideas y reflexionar mas sobre ellas, que me salga todo mínimamente bien, como tu dices, es cuestión de miles de horas a caballo. Mil gracias por tu esfuerzo!

    ResponderEliminar