miércoles, 23 de enero de 2013

RIENDAS ALEMANAS 2013

Al surgirme varios comentarios sobre estas riendas –lo correcto sería hablar de riendas deslizantes, principalmente porque es su función y porque así es como se llamaban en su origen-, escribo con la intención de dar más luz sobre su uso desde mi propia experiencia . De cómo las utilizo yo o mis alumnos, y de cómo las he visto utilizar.
Hay dos cuestiones que he comentado en entradas anteriores y que ahora insisto mucho mas en ellas porque, creo,  están en la base de nuestra comunicación –montados, se entiende- con el caballo
1ª La acción de las riendas se rigen –comunicación mano/boca- por el Principio de Acción y Reacción. Lo cual quiere decir que si yo tiro hacia atrás, el caballo tirará hacia delante, y si tiro hacia arriba, tirará hacia abajo: siempre en sentido contrario. De aquí, la importancia del ángulo de la rienda. (El ángulo de la rienda da mucho de qué hablar, pero éste no es el momento). Conviene aclarar –como lo hice cuando escribí sobre la mano- que dicho  Principio desaparece cuando la mano resiste con los dedos (antebrazo) y no tira con el  brazo (bíceps), porque el vector fuerza desaparece
Las riendas alemanas, al no tener un punto fijo en la boca,  se deslizan por las anillas de la embocadura –normalmente un filete-, con lo que la cara del caballo sigue bajando buscando el punto fijo que no llega a encontrar. Si baja la cara, quiere decirse que el cuello se estira –la “S” de las vértebras cervicales se va enderezando- y en este punto caben dos posibilidades: 
 1.A) nuestras manos permiten  al caballo que estire NATURALMENTE el cuello: la nuca, al bajar, avanza (porque, insisto, la “S” cervical se endereza), pero también  permiten que la boca del caballo se aleje.  En definitiva, nuestras manos facilitan la posición NATURAL del caballo con el cuello estirado.  De esta manera se le procura al caballo el gesto confortable y económico, luego el caballo, feliz
1.B) nuestras manos no facilitan que estire el cuello naturalmente, por lo que no le queda más remedio que enroscarlo, alejando la nuca ANTINATURALMENTE y no dejando que la boca del caballo se aleje.  A esto, toda la vida, en España le hemos llamado encapotamiento –porque no es una cosa nueva de ahora- y es lo que hoy se llama “rollkur”. ¿Cuál es el problema del encapotamiento/ rollkur? Pues que la nuca –extremo superior de la cabeza del caballo- gira desde la articulación cérvico-torácica, y la boca –en el otro extremo de la cabeza-, gira desde la mano del jinete/amazona. La misma cabeza tiene dos ejes de giro luego, fundamental, conocerlos y/o  manejarlos bien. (Pero esto ya lo desarrollaré en otra entrada)
2ª La acción de las riendas es transmitir ORDENES al caballo. Pero ¿cuál es el fin último de estas ORDENES? Cada vez tengo mas claro que es poner ORDEN  en el caballo, buscar su gesto confortable y económico en cada momento. No cabe duda que, por el hecho de montarnos en el caballo, le estamos creando ciertos desequilibrios, tanto físicos como fisiológicos, debidos a la acción de nuestro peso y de nuestras manos. Y una mano educada es la que es capaz de poner ORDEN  en el caballo –principalmente, a través de su balancín cuello/cabeza-, y no sólo de lo que se ve grosso modo, sino de lo que se debe ver  (mas difícil de ver) y  que corresponderá a lo que SIENTE el caballo.
Una aclaración: cuantos caballistas hay que tienen ideas claras de lo que hay que hacer, y luego no son –o somos- capaces  de ejecutarlo. La respuesta es bien sencilla: el saber se aprende rápido y el ejecutar, como requiere muchas repeticiones –queramos o no- es muy lento.  San Agustín dice: “lo primero en el orden de la intención, es lo último en el orden de la ejecución”. Si hubiera añadido que era debido a las múltiples repeticiones que se requieren para acabar haciéndolo bien, nos lo hubiera puesto mucho mas comprensible
Así  pues,  el fin bueno de las riendas deslizantes –o alemanas-, es poner orden en el cuerpo del caballo. Un caballo con una conformación defectuosa del cuello  -os recuerdo que el caballo es el único mamífero con el cuello enormemente maleable-, puede mejorar enormemente con la ayuda de estas riendas. De hecho, los alemanes, desde hace mas de medio siglo, las utilizan sistemáticamente para muscular correctamente los cuellos. Los que sabían y saben hacerlo bien, claro.
Pero el hecho de ser mecánicamente una polea, nos permite multiplicar nuestra fuerza,  con lo cual aumentamos nuestra sensación de control  de una masa diez veces la nuestra. Pero ésta es una sensación engañosa de los sentidos (como diría Parménides). La realidad es un caballo encogido, incómodo y, consiguientemente, poco colaborador porque ni quiere ni puede.  Este es el fin malo de estas riendas al no colaborar al gesto confortable y económico del caballo, sino todo lo contrario
Hay que desechar el mal uso de las riendas –de cualquiera de ellas-  y educarnos  para poner orden en el caballo con cualquier tipo de riendas. El tacto, es mas problema de sensibilidad –oportunidad en la tensión y en el tiempo- que de fuerza. Y os remito a la definición aristotélica del tacto
Paz y espero que os sirva a alguien      

2 comentarios:

  1. ARISTOTELES: Hablando del sentimiento y del tacto ecuestre, añado la que es para mí, la mejor definición del mismo, por si a alguno os sirve. Dice ARISTÓTELES en su Ética a Nicómaco: “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.

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  2. "El saber se aprende rápido y el ejecutar, como requiere muchas repeticiones –queramos o no- es muy lento".

    "El tacto, es más problema de sensibilidad –oportunidad en la tensión y en el tiempo- que de fuerza".
    Esto es la vida( mi vida) estudio constantemente como se mueven, como van con lo que les pongo, como evolucionan con herrajes diferentes.....Es el estudio de la sensaciones que cada cavalo me da...y desgranar todo lo que me dicen a su manera....repitiendo cada vez de nuevo para ser un poco mejor que la anterior.....pero si puedo con, aún si cabe, un poco mas de ilusión..y compartir con mis Maestros de todo lo que percivo para mejorar más, en todas mis parcelas clínicamente,con los Herradores de los que cada dia aprendo mas y mas y mas,con los Jinetes y Maestros de jinetes, y como no contigo, que eres uno de "Os meus mestres"....un Maestro de LA VIDA.... Fascinante José. Un abrazote Jorge Cid. Pd: ya estoy donde tu sabes, en estas dos semanas solo 100 cavalos, luego 1300 al parecer.

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