jueves, 24 de noviembre de 2016

NUCA DEL CABALLO 2ª parte



Seguimos con las constataciones del artículo anterior
Tercera constatación: ¿Cuáles son las acciones reales sobre el balancín del caballo –cabeza y cuello- tanto del filete como del bocado? Fisiológicamente ambas embocaduras actúan distintamente: el filete lo hace fundamentalmente sobre la comisura de los labios –zona carnosa- y el bocado lo hace siempre sobre los asientos –zona ósea-. La sensibilidad, se supone, muy distinta.  Pero también está el problema del dolor, y aquí es donde me entran las dudas: si el caballo no tiene ningún problema en masticar y tragar plantas espinosas, es más, lo suele hacer por gusto y no por necesidad, ¿hasta dónde es sensible al bocado y hasta dónde insensible a los espinos?
Además de estas diferencias fisiológicas está también la diferencia mecánica: el brazo de palanca del bocado sobre las articulaciones de la nuca y de la mandíbula –en el otro extremo de la cabeza- es mucho mayor que el brazo de palanca del filete. Y no sé hasta qué punto afecta más al caballo la acción del bocado sobre los asientos –problema fisiológico-, o sobre la nuca –problema mecánico-. Siempre tengo bien presentes los auténticos instrumentos de tortura con los que se manejaban a los caballos en la época grecorromana ¡y los pobres animalitos aguantaban!. Y a ello había que añadir que, los que iban enganchados en las cuádrigas, tiraban de la tráquea (asfixia más inversión de la base del cuello) y no de las espaldas como es el tiro racional.





Cuarta constatación: Las articulaciones a mitad flexionadas disponen de mucha más latitud en ambos sentidos que cuando están casi totalmente flexionadas. Y en algunas articulaciones ese punto medio está en la vertical. Por ejemplo, cuando echamos un pulso, según de qué lado de la vertical tengamos el brazo, lo tendremos bastante más fácil o, al contrario, bastante más difícil el ganar a nuestro contrincante. Con la nuca del caballo pasa lo mismo: hay una diferencia enorme en cuanto al control del caballo según el perfil de su cara esté por delante de la vertical –despapa-, o por detrás: se queda detrás de la mano. En esta última posición tenemos todas las de ganar: es como si le hiciéramos al caballo una llave de jiu jitsu. Pero también esperamos hacer otras muchas, y muy distintas, cosas con el caballo, bajo control desde luego, y que en la posición detrás de la vertical –normalmente detrás de la mano- se lo ponemos muy difícil porque ergonómicamente es incorrecta, aunque nuestra sensación, lamentablemente, sea muy buena. LICART nos recuerda, precisamente hablando del manejo correcto de la nuca, que “normalmente el jinete no actúa por el bien del caballo, sino únicamente buscando más facilidad en el manejo del caballo (sobre todo la sensación de control) y, también, en su comodidad”. Una vez encapotado el caballo –no tiene por qué llegar al rollkur- le resulta muy difícil salir de esta posición, entre otras razones porque al jinete también le resulta muy difícil colaborar para facilitarle el que abra y suba la nuca. El caballo más o menos encapotado, cada vez que sienta la mano  del jinete, bajará y cerrará la nuca, con lo cual su equilibrio estará más sobre sus espaldas. Lo correcto, y lo ideal, es que cuando el caballo sienta mayor tensión en las riendas bascule, es decir, que suba la nuca al cerrarla –y nunca al revés, o sea, cerrarla y  bajarla- y que meta los pies. De esta manera el caballo empieza a saber reunirse correctamente: subiendo la nuca y metiendo los pies. No es tan difícil si se hace bien: asiento y torso inamovibles (espalda nunca detrás de la vertical), mano que suba ligeramente la nuca y dedos cerrados para resistir (mano bocherizada: que resista pero que no tire ), y piernas –espuelas- haciendo contraer los abdominales del caballo para que suba el dorso y meta los pies. ¿El problema? Una correcta sincronización de los movimientos o acciones del jinete. Y  se llega a ello a base de repeticiones. Como nos decía SAN AGUSTIN “lo primero en el orden de la intención es lo último en el orden de la ejecución”. Virtud fundamental: la paciencia unida al esfuerzo.



Queda una quinta constatación: ¿la nuca debe avanzar o la boca debe retroceder cuando se intenta reunir al caballo?

 Paz y espero que le sirva a alguien

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